Exceso de decibelios

El 57% de los barceloneses están expuestos a niveles de ruido superiores a los recomendados

El ayuntamiento prevé incorporar radares acústicos para detectar vehículos ruidosos 

radar barcelona

radar barcelona / Carlos Montañés

Europa Press

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El 57% de los barceloneses están expuestos durante todo el día a niveles de ruido de tráfico iguales o superiores a los que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera negativos para la salud (53 decibelios) y un 27% de estos lo están a niveles "muy por encima" (65 decibelios o más).

Estos datos se desprenden del informe ‘Ruido ambiental y salud en la ciudad de Barcelona’, elaborado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (APSB), y que han presentado este martes la concejal de Salud, Gemma Tarafa, y el de Emergencia Climática, Eloi Badia.

La ASPB ha concluido que estos niveles de exposición al ruido tienen un impacto directo en la salud de los vecinos, como son los casos más graves de afectación emocional, psicológica y social, trastorno del sueño y la mortalidad por enfermedad cardiovascular.

De hecho, el informe constata que 210.000 personas sufren una molestia intensa por ruido, más de 60.000 tienen trastorno grave del sueño y que hay cerca de 130 muertes al año por enfermedad cardiovascular (cerca de un 3%) atribuibles a la exposición crónica al ruido ambiental.

Tarafa ha explicado que el tráfico es la principal fuente de ruido durante todo el día y engloba prácticamente toda la superficie de la ciudad, especialmente en el distrito del Eixample, mientras que el ocio nocturno es la segunda fuente, reducida drásticamente por la pandemia.

Distintas medidas

Badia ha explicado que el ayuntamiento proyecta un Programa de Reducción de la Contaminación Acústica 2021-2030 que incluirá distintas medidas, ente las que destaca la incorporación de radares acústicos para determinar aquellos vehículos que provocan picos de entre 5 y 10 decibelios.

Asimismo, se prevé avanzar en el despliegue de la ciudad a 30 kilómetros por hora, reducir la movilidad en vehículo privado, ampliar el proyecto de supermanzanas, controlar el impacto acústico de las obras y las actividades de ocio, y proteger los entornos escolares.

El gobierno municipal también adquirirá 20 nuevos sensores de sonido con el objetivo de colocarlos en aquellos espacios y zonas en los que se implementen cambios urbanísticos para evaluar sus efectos, y que se sumarán a los 133 sensores que ya tiene la ciudad.