Investigación social

Nou Barris, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc son los distritos de Barcelona más vulnerables al calor

Un nuevo estudio metropolitano ubica las zonas que más padecen la canícula a partir de un índice sobre cambio climático

CONTEXTO | BCN, L'Hospitalet y Santa Coloma, las ciudades metropolitanas más vulnerables al calor extremo

Ola de calor

Ola de calor / JORDI OTIX

ACN

ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 16% de la población del área metropolitana (cerca de 526.000 personas) vive en zonas con muy alta vulnerabilidad al cambio climático, según un estudio del Institut Metròpoli impulsado por el AMB.

Las zonas más vulnerables se encuentran principalmente en tres distritos de Barcelona, Nou Barris, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc, y los nueve municipios metropolitanos con mayor densidad de población: Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs, L'Hospitalet de Llobregat, Badalona, Cornellà de Llobregat, que presentan los índices de vulnerabilidad más elevados. Los barrios más densos, con pocos espacios verdes y edificios viejos y población envejecida y de baja renta, son los que más sufren la vulnerabilidad al calor.

En la ciudad de Barcelona, los barrios de los distritos de Ciutat Vella (El Raval o la Barceloneta), Nou Barris (zonas extensas de Ciudad Meridiana, la Prosperidad o el Turó de la Peira), Sants-Montjuïc (Sants-Badal, Sants o el Poble Sec), Sant Martí (el Besòs y el Maresme), Sant Andreu (la Trinitat Vella), Horta-Guinardó (el Carmel y alguna zona de Can Baró) o Gràcia (la Vila de Gràcia).

En el eje Besòs, las áreas más vulnerables se encuentran en los barrios badaloneses de la zona de Llefià, San Cristo de Can Cabanyes, San Roque o la Salud. En Santa Coloma de Gramenet, el barrio con mayor vulnerabilidad es Fondo. Y en Sant Adrià de Besòs, especialmente el barrio de La Mina.

En el eje Llobregat, destaca L'Hospitalet de Llobregat, con varios barrios que incluyen zonas muy vulnerables, como La Torrassa, Pubilla Casas, Florida, Planes, Collblanc o Bellvitge, entre otros. En Cornellà de Llobregat, el barrio de Sant Ildefons, y en Esplugues de Llobregat, alguna zona de Can Vidalet.

¿Qué hace que una zona sea vulnerable al cambio climático?

El estudio 'La calor en un futur: Índex de vulnerabilitat al canvi climàtic (IVAC)' (2022)', co-coordinado y financiado por el AMB y elaborado por el área de Sostenibilitat Urbana del Institut Metrópoli (antes IERMB), identifica las áreas del territorio y grupos sociales más vulnerables a estos fenómenos.

Lo hace gracias a la creación del primer índice de vulnerabilidad al cambio climático (IVAC) en el área metropolitana de Barcelona, que dibuja un mapa a una escala muy precisa (sección censal). La investigación identifica los puntos con mayor vulnerabilidad, teniendo en cuenta el estado actual y el futuro aumento de las temperaturas extremas y de las oleadas de calor. Cuanto mayor es la puntuación IVAC, más vulnerable es la zona al cambio climático.

Que una zona sea más o menos vulnerable al cambio climático depende de varios factores, pero algunos de ellos son que exista poca presencia de verde y elevada densidad residencial, con predominio de hogares con rentas bajas y sin estudios universitarios, de hogares con gente mayor que vive sola, de hogares con mujeres mayores, de población extranjera proveniente de países en desarrollo y de hogares vulnerables con informes de riesgo de exclusión residencial de servicios sociales.

Además, son áreas con viviendas relativamente viejas (construidas principalmente de 1951 a 1980) y con una mayor proporción de edificios en estado deficiente, mal estado o ruinoso. Por otro lado, el estudio apunta que algunos de los factores que más ayudan a reducir esta vulnerabilidad son la abundancia de zonas verdes urbanas, así como la presencia de viviendas de nueva construcción, especialmente las que datan de 2007 en adelante.

La influencia marítima también tiene gran importancia: algunos barrios del frente marítimo de Barcelona, Badalona y Sant Adrià de Besòs, a pesar de tener un IVAC alto, no tienen proyecciones tan elevadas de aumento de las temperaturas diurnas y, por tanto, serán zonas menos vulnerables que otros barrios interiores de Barcelona con características sociales y de edificación similares.

Vulnerabilidad al calor y los refugios climáticos

La superposición del IVAC con la actual red metropolitana de refugios climáticos (XMRC) muestra que la cobertura actual de refugios climáticos alcanza ya casi la totalidad de las zonas de alta vulnerabilidad. Este verano de 2023, un 80% de la población metropolitana vulnerable (excepto en Barcelona) está a 10 minutos de un refugio climático metropolitano y el 96% a 15 minutos.

La XMRC ha incrementado notablemente su cobertura, ya que ha pasado de 20 refugios en verano de 2021 a 74 refugios en 2023. Así, el IVAC ha sido la herramienta para dirigir la ampliación territorial de la XMRC. Actualmente, siete de los nueve municipios con población extremadamente vulnerable forman ya parte de la XMRC.

La investigación hace una relación de propuestas para garantizar ciudades más adaptadas al aumento de los episodios de calor extremo que ya hemos empezado a vivir. Así, se propone la promoción del verde urbano y protección de los espacios naturales (actuaciones a corto y medio plazo); la promoción de infraestructura azul (fuentes, puntos de agua), o intervenciones en azoteas, paredes y pavimentos (cubiertas verdes, pavimentos claros); la rehabilitación energética de las viviendas; políticas de bienestar social para reducir desigualdades, sobre todo en cuanto al acceso a agua y energía, incluyendo puntos de asesoramiento energético; el aumento de la cobertura de los refugios climáticos; y la promoción de las comunidades energéticas que incorporen instalaciones de energías renovables de proximidad.

El AMB ya está llevando a cabo varias de estas políticas de adaptación al cambio climático para paliar lo antes posible sus efectos adversos. Algunos ejemplos son la expansión, año tras año, de la red metropolitana de refugios climáticos. Por su parte, el Plan de barrios del AMB también contempla la habilitación de refugios climáticos. Otro ejemplo es la línea de ayudas para la rehabilitación energética del parque metropolitano de viviendas.

Esta convocatoria de subvenciones, gestionada por el Consorcio Metropolitano de la Vivienda, está dotada con 100 millones de euros de los fondos europeos Next Generation, y espera rehabilitar 13.650 viviendas en cuatro años, que beneficiarán a hasta 35.000 personas.