Verano en la ciudad

La Barcelona que se queda en agosto: “No me voy, ni me lo he planteado”

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Maria S. Mas, una de las miles de barcelonesas que no se va de la ciudad en agosto

Maria S. Mas, una de las miles de barcelonesas que no se va de la ciudad en agosto / Manu Mitru

David García Mateu

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Por un motivo u otro, uno de cada tres vecinos de Barcelona prescindirá de hacer uso de agencias de viajes o plataformas virtuales para organizar una escapada con la que desconectar más de tres días consecutivos durante este verano. De hecho, ese tercio de la población de la ciudad ni siquiera se plantea una nostálgica visita al pueblo.

Así lo indica el último Barómetro semestral del Ayuntamiento de Barcelona. Las estadísticas municipales señalan que el coste económico es el principal escollo a la hora de plantearse hacer las maletas (el 58% señala que no se lo puede permitir), mientras que el trabajo (12%), el estado de salud (10%) y la falta de ganas (6%) son otros de los motivos a los que aluden los encuestados.

Agosto en la ciudad

“Me gustaría irme de vacaciones, pero me quedaré porque mi madre tiene 88 años, va con andador y no me la puedo llevar”, señala Pilar Ariño, de 59 años y administrativa de profesión, junto a su madre, Fabiola Garralaga. “Ni playa, ni montaña. Con los achaques que tiene nos tenemos que quedar cuidándola estas vacaciones; mi marido y yo ya nos intentaremos escapar un fin de semana de septiembre u octubre, que hay menos gente y es más barato”, apunta.

Ariño señala desde el barrio de Sant Martí: “Si bien es cierto que antes la ciudad se veía muy vacía en agosto, ahora hay mucho más movimiento y los bares están llenos”. “Antes íbamos al pueblo, pero ahora nos quedaremos por aquí a tomar algo o a comer en un restaurante para desconectar de casa”, añade.

Pilar Ariño y su madre Fabiola Garralaga se preparan, con revistas y abanicos, para pasar el calor durante el agosto en la ciudad

Pilar Ariño y su madre Fabiola Garralaga se preparan, con revistas y abanicos, para pasar el calor durante el agosto en la ciudad / Manu Mitru

Una dinámica que José Ribas, de 57 años y vecino de Sant Andreu, también asumirá: “En mi caso no me voy porque no me apetece, ni me lo he planteado. Antes me iba al pueblo, pero como aquí hay menos gente, ya me quedo a gusto”. De hecho, Ribas admite que aquello de hacer vacaciones en verano tampoco iba mucho con él y que, tradicionalmente, las hacía siempre entre noviembre y diciembre, “durante las fiestas del barrio”.

Los jóvenes diversifican

Aunque para muchas generaciones agosto ha sido el mes de las vacaciones por antonomasia, entre los jóvenes esa vinculación está muy desdibujada. “Nunca he tenido vacaciones de verano porque siempre he hecho trabajos estivales y al final te acostumbras”, explica Jordi Julià, periodista de 29 años y programador web. Tal como enfatiza, “precisamente durante el verano los jóvenes tienen más opciones de trabajar, porque cubren los turnos de aquellos que se van de vacaciones”.

Julià relata que este año será el primero en el que disponga de una semana de vacaciones pagadas en agosto, tras firmar hace poco un contrato indefinido. Eso sí, tampoco se ha planteado qué hacer: “Supongo que haré alguna ruta o pasaré alguna noche en algún camping para evitar pagar mucho: al precio que está todo y con la gente que hay, no creo que haga nada más”. Confiesa cierta predilección por otras épocas del año para irse: “No encuentras tanta gente y puedes viajar tranquilo sin este calor”.

Sin descanso

La preferencia por otros meses, combinado con la oportunidad económica que ofrecen los meses de vacaciones en materia de ferias y eventos, es lo que ha llevado también a Maria S. Mas a prescindir de desconexión veraniega. Mas, de 28 años, alterna las clases de catalán en institutos con su empresa de complementos y bisutería (@miarabcn) y explica que el verano es la mejor época para impulsar su negocio: “Sé que, como profesora, tengo más vacaciones que lo que viene a ser habitual, pero yo prefiero aprovecharlas para tirar adelante mi negocio y estar en ferias o trabajar en nuevas colecciones”, destaca.

Maria S. Mas, una de las miles de barcelonesas que no se va de la ciudad en agosto

Maria S. Mas, una de las miles de barcelonesas que no se va de la ciudad en agosto / Manu Mitru

“Realmente soy feliz con lo que hago y me siento orgullosa”, comenta Mas, a pesar de la inconveniencia de “ir al revés de todo el mundo”. Admite sufrir el hecho de que la ciudad vaya a ralentí, sobre todo en agosto: “Todo el mundo tiene derecho a vacaciones, pero tal vez debería haber más rotación de descanso porque los que nos quedamos seguimos necesitando determinados servicios”. 

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