Jaume Collboni: "Este verano habrá 100 urbanos más al día en las calles de Barcelona"

El nuevo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ahonda en su apuesta por el orden público como prioridad del arranque de mandato. En el 'Afterwork' organizado por EL PERIÓDICO este martes por la tarde en Casa Seat, ha anunciado un refuerzo del 10% en el patrullaje de la Guardia Urbana este julio y agosto para velar por el civismo y la seguridad.

Concretamente ha previsto un incremento “equivalente a 100 urbanos” más al día en las calles, a través de horas extras voluntarias que la plantilla se ha avenido a concentrar en los dos meses estivales. “No siempre pasaba”, ha dejado caer.

Afterwork Jaume Collboni

Y es que precisamente Collboni se ha reivindicado como "gestor" y defensor del fichaje de "buenos gestores públicos", ante las críticas la víspera de su exsocio de gobierno, Barcelona en Comú, que le atribuyó este término como descalificativo. “Para hacer que las cosas pasen hay que ser un buen gestor”, ha defendido durante la entrevista, abierta al público –140 asistentes– y conducida por el director del diario, Albert Sáez. Lo ha ejemplificado con la negociación de estas horas extra policiales o la aceleración de la reforma de la Rambla, que promete que estará en obras “como máximo cuatro años”. “Ciutat Vella será nuestra prioridad en atención e inversión”, ha remachado.

Geometría variable: BComú, Junts y ERC

Preguntado por una eventual incorporación de los ‘Comuns’ a su ejecutivo, Collboni ha rechazado cambios inminentes. Es más, ha dado a entender que no tiene ninguna prisa: “Este gobierno, con esta composición, tiene cuerda para rato”. “Hemos gobernado desde el minuto cero… Como nos han dicho algunos funcionarios, se nota que conocemos la casa”, ha presumido. Si bien ha reconocido que “10 ediles no son suficientes para aprobar un presupuesto y grandes decisiones urbanísticas” –la mayoría del pleno son 21–, ha subrayado que “sí son suficientes para gobernar”.

Más aún con el presupuesto “expansivo” aprobado para 2023. Así, el primer gran test serán las negociaciones de las próximas cuentas este otoño, para lo que confía en la “geometría variable”. O dicho llano, pactar con quién se avenga en cada ocasión. En este sentido, se marca como prioridad llegar a acuerdos “con las fuerzas progresistas”, es decir, con ‘Comuns’ y ERC, que le proporcionarían un frente amplio de 24 ediles.

“Este gobierno, con esta composición, tiene cuerda para rato”

Sin embargo, no cierra la puerta en absoluto a entenderse con Junts “en muchos casos”, pese haber dejado a Xavier Trias sin la alcaldía en el último minuto. “Hay acuerdos que se pueden hacer y que plantearé a Junts porque son coherentes con el programa del PSC”, ha respondido, en lo que ha sonado más a toque de advertencia al partido de Ada Colau que a los posconvergentes. A estos les reservaba otro dardo sutil sobre el rumbo de Junts una vez Trias se retire: “Veremos cómo evoluciona este espacio político, hay personas en Barcelona que son valiosas y pueden aportar a la ciudad”.

Ronda de contactos la semana que viene

Después de las elecciones generales tanteará “si hay disposición o no de los grupos” para articular mayorías variables. “He tenido conversaciones informales con todos y la semana que viene abriré una ronda de contactos de forma oficial”, ha avanzado. “Recibiré a todos los grupos por orden de mayor a menor”, ha añadido, “excepto a Vox”, con quién no quiere sentarse. Su agenda poselectoral incluye también reunirse con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, a quién recordará que el acuerdo presupuestario con el PSC incluía casi 300 millones de euros y 600 mossos más para Barcelona.

Sobre el 23J ha remarcado el “riesgo grave y serio de regresión de muchos derechos” si la ultraderecha llegara al poder. Pero ha descartado un gobierno de concentración PP-PSOE para evitar que Vox tenga influencia o entre en la Moncloa: “Pedro Sánchez tiene que ganar las elecciones y si esto no pasara debe ir a la oposición”.

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