Sobre la bocina electoral

Barcelona salva la Nau Bostik de la Sagrera con tres incrementos de altura

El Ayuntamiento reordena el puzle urbanístico de la futura estación de AVE para evitar la demolición de este espacio cultural autogestionado, sin negociar con la propiedad

La Nau Bostik de la Sagrera se salva de la piqueta en la recta final del mandato

La Nau Bostik de la Sagrera se salva de la piqueta en la recta final del mandato / Elisenda Pons

David Garcia Mateu

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El mayor vestigio industrial que conserva la Sagrera se salva de la piqueta. Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el ejecutivo municipal iniciará la aprobación de un Plan de Mejora Urbana (PMU) que blinda la popular Nau Bostik justo un mes antes de las elecciones. En otras palabras, el consistorio ha decidido redibujar el futuro que le deparaba a la parcela que ocupa el centro cultural autogestionado para que no sea substituido por una zona verde y pisos privados.

“Si no hacemos nada, la Bostik desaparecerá, un hecho que no nos podemos permitir”, ha expuesto a los vecinos y usuarios la concejala del distrito de Sant Andreu, Lucía Martín, en un encuentro reciente al que ha tenido acceso este diario. El plan del consistorio es repartir en tres nuevas ubicaciones la treintena de pisos privados que se debían construir en el solar, concentrar la superficie reservada para equipamientos en el propio centro cultural y rediseñar la zona verde “sin perder ni un metro cuadrado cuantitativa ni cualitativamente”, ha expuesto la gerente de Urbanismo, Laia Grau.

En tiempo de descuento

Martín admite el retraso del consistorio a la hora de blindar la Bostik: “Nos sabe mal haber ido tan tarde y tan ajustados con las elecciones”. Aunque también trata de esquivar la acusación vecinal de querer zanjar con excesiva premura el PMU: “¿Qué prisas? Llevamos mucho tiempo hablando y queríamos traer adelantados y trabajados los temas colaterales, como el amianto”, ha espetado en la sesión informativa a los vecinos más críticos.

Fotografía de archivo de la exposición B-MURALS en la Nau Bostik de la Sagrera

Fotografía de archivo de la exposición B-MURALS en la Nau Bostik de la Sagrera / Jordi Otix

La edil ha dejado claro que queda ya para el siguiente mandato el debate sobre cómo se debe gestionar la Bostik, si bajo tutela pública directa o con autogestión como hasta ahora. También ha defendido que la conversión de la nave a equipamiento municipal supondrá acelerar cuestiones como la potencial descontaminación de su subsuelo, la corrección de las molestias que pueda generar su actual actividad o el desamiantado. En este último caso, Martín ha revelado que a finales de mayo tendrán los resultados de un estudio destinado a detectar posibles partículas de amianto en el entorno de la nave.

Sin negociación con la inmobiliaria propietaria

El equipo municipal da por hecho que la aprobación inicial de la PMU saldrá adelante este abril. En cambio, en ningún momento ha precisado si el actual propietario del edificio, la promotora La Llave de Oro, tendrá opción a decir la suya. Según han explicado fuentes de la constructora a este medio de comunicación, siempre han estado predispuestos a modificar el planeamiento vigente para salvar la nave, pero también señalan que “nadie” les ha contactado para hablar de esta modificación urbanística.

Fotografía de archivo de la exposición B-MURALS en la Nau Bostik de la Sagrera

Fotografía de archivo de la exposición B-MURALS en la Nau Bostik de la Sagrera / Jordi Otix

Aunque desde La Llave de Oro se muestran tranquilos por el hecho que no se les pueden recortar los derechos adquiridos en el planteamiento inicial, también señalan que habrá que esclarecer si les compensa el corta-pega que ha hecho el Ayuntamiento con la superficie de vivienda privada que tenían reservada. Una cuestión que, como los vecinos también han dejado caer, se habría precipitado por la proximidad con las urnas.

Edificios todavía más altos: hasta 16 plantas

La propuesta del Ayuntamiento no es trasladar de forma íntegra el edificio de viviendas a un nuevo solar. La intención es distribuir su superficie total entre otros tres edificios proyectados desde hace años. En el primer caso, mediante seis alturas más, a un edificio que ya iba a contar con diez plantas: es decir, justo delante de la plaza del General Moragues se alzará una torre de 16 plantas. En el segundo cas se suman dos plantas más a un edificio que iba a tener 10 en la desembocadura de la calle de Garcilaso, frente al futuro parque lineal. Y, en el tercer caso, en el hueco inferior que iba a dejar el edificio-puente a construir justo detrás de la Bostik.

Si bien Lucía Martín ha asegurado que no es la opción que hubiesen preferido, la gerente Laia Grau ha asegurado que la solución propuesta es el único encaje de bolillos que les permitía el encorsetado planteamiento. De hecho, para compensar el nuevo Manhattan que se levantará alrededor de la futura estación intermodal de la Sagrera con edificios de hasta 20 plantas, la edil ha asegurado que tratará de negociar con el Estado la rebaja de las alturas: “Habrá que tener conversaciones para atenuar las afectaciones que pueden tener estas operaciones en la Sagrera”, ha añadido en relación con la nueva puerta de la alta velocidad.

Debate vecinal

La sesión informativa del consistorio a los vecinos y usuarios de la Bostik ha servido para constatar las divisiones que genera la actividad de la nave. Mientras que quienes viven en sus inmediaciones no han cesado de denunciar ruidos y molestias, otros han defendido a capa y espada el espacio autogestionado como oasis de cultura y vivero de entidades de economía social y solidaria. A fin de cuentas, el complejo industrial alberga desde entidades sin ánimo de lucro hasta profesionales creativos, a la vez que es escenario de rodajes, festivales y eventos de todo tipo.

La Nau Bostik de la Sagrera se alza sobre un solar destinado a vivienda privada y zona verde

La Nau Bostik de la Sagrera se alza sobre un solar destinado a vivienda privada y zona verde / Elisenda Pons

La Nau Bostik echó a andar como espacio autogestionado el año 2015, cuando La Llave de Oro cedió el edificio abandonado al arquitecto y gestor cultural Xavier Basiana. Un acuerdo que en un principio se planteó como temporal y que se ha terminado por consolidar, hasta el punto de que en 2021 todos los grupos políticos aprobaron por unanimidad una proposición que instaba a garantizar la continuidad del edificio como equipamiento cultural. Desde entonces, el complejo no ha dejado de cobijar todas aquellas propuestas que ya no han cupido en los otros dos espacios que el mismo Basiana también impulsó en la Sagrera: el ateneo Espai30 y la Nave Ivanow. 

Suscríbete para seguir leyendo