Barcelona multiplicará por siete los permisos de reparto nocturno de mercancías

Repartir mercancías durante la noche tiene una cosa buena y una cosa mala. La buena es que no hay tráfico y la carga y descarga no afecta a la fluidez de la circulación. La mala es que, como sucede con los camiones de la basura, puede generar ruidos indeseados a según qué horas, y además los comerciantes se ven obligados a modificar hábitos y horarios. Barcelona dispone a día de hoy de 71 permisos para realizar entregas de producto durante la madrugada. La idea, con el objetivo de que esta actividad mancille lo menos posible la convivencia en la calle, es que en 2030 haya 500 credenciales de entregas bajo las estrellas.

El consistorio ha presentado este martes los detalles de su estrategia sobre distribución urbana de mercancías, con una serie de objetivos que tienen el año 2030 como horizonte. Para entonces, se espera que el 40% de las compras realizadas a través de internet se recojan en centros de logística para evitar el creciente trajín de furgonetas. Y se aspira a que las emisiones contaminantes achacables a estos vehículos se reduzcan a la mitad, así como su indisciplina, que debería caer un 60%.

Barcelona aspira a que el 40% de las compras 'on line' se recojan en centros de distribución urbana

En cuanto a los repartos nocturnos, algunas grandes superficies ya lo realizan desde hace tiempo. No así el pequeño comercio, que lo tiene mucho más difícil para organizarse. Así las cosas, esos 500 permisos es previsible que se destinen a grandes empresas que puedan gestionar, también a nivel de personal, la llegada de paquetes ya entrada la noche. Teniendo en cuenta que el 20% del tráfico y el 40% de las emisiones contaminantes achacables a la movilidad corresponde al reparto de mercancías, esponjar el reparto parece un buen comienzo para alcanzar esa anhelada convivencia en la vía pública.