Entrevista

Lluís Rabell, candidato del PSC: “Un pacto Collboni-Trias es el menos imaginable en Barcelona”

El exdiputado de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament, que será teniente de alcalde si los socialistas gobiernan, cree que los nuevos retos necesitan un estilo que no es el de Colau

Lluís Rabell

Lluís Rabell / Ferran Nadeu

Toni Sust

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Con un pasado de lucha vecinal que lo llevó a presidir la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (FAVB), Lluís Rabell ha sido el primer fichaje de Jaume Collboni para la lista del PSC en las municipales.

Llega a la candidatura con 68 años, uno más de la edad de la jubilación. ¿Esperaba usted este tren político?

Sinceramente, no. Collboni me hizo la propuesta no más de 15 días antes de hacerla pública, tuve poco tiempo para pensármelo. Y la rueda de prensa de mi presentación me la propuso el día antes.

"Llevaba año y medio jubilado. Collboni me hizo la propuesta no más de 15 días antes de hacerla pública, tuve poco tiempo para pensármelo"

¿A qué se dedicaba ahora?

Llevaba año y medio jubilado y me dedicaba a escribir en mi blog y colaborar con la asociación Federalistes d Esquerres.

Usted entró por primera vez en la política institucional como cabeza de lista de los Comuns en el Parlament.

Hay que precisar que aquello no era la lista de los Comunes, que no estuvieron en esa aventura. En Catalunya Sí que es Pot estaban ICV, EUiA, Equo, Podemos. Barcelona en Comú quedó al margen.

Se vio en seguida que Colau tomaba distancia de esa lista.

Apostó por una imagen fuerte en el ayuntamiento y a través de la presencia en el Congreso, rechazando la zona de tempestades que era el Parlament. Nosotros nos encontramos en medio de la tempestad.

¿Qué tal su relación con la alcaldesa?

Nos conocemos desde mi época de presiente de la FABV, estuvo en la junta durante un breve periodo. Fui uno de los que la instó con ella para que se presentase a la alcaldía en 2015.

"Colau ha cumplido dos funciones en sus mandatos: primero, recoger el malestar de los vecinos contra Trias, después evitar que Barcelona estuviera en manos de independentistas"

¿Ocho años después, la invitaría de nuevo a presentarse?

Colau ha cumplido dos funciones en sus dos mandatos. En el primero, recogió el malestar de los movimientos vecinales contra el mandato de Trias, la voluntad de cambio. En el segundo, su primer mérito fue evitar que en un momento crítico Barcelona estuviera en manos de una fuerza independentista y transformarse e una plataforma de agitación.

Porque usted apoyó que Colau aceptara los votos de Manuel Valls para ser investida.

En efecto. Aunque eso de "aceptar los votos de Valls" es una fórmula tributaria de la presión ambiental del independentismo. La única manera de rechazarlos era ceder la alcaldía a Ernest Maragall. Valls votaba a Colau como mal menor y pasaba a la oposición. No asumir la alcaldía cuando podía hacerlo legítimamente hubiese sido, por parte de Colau, faltar a su deber político y a su compromiso democrático. Eso es lo que defendí públicamente frente a las vacilaciones.

Rabell, antes de la entrevista, este miércoles.

Rabell, antes de la entrevista, este miércoles. / Elisenda Pons

¿Y cree que no hay motivo para un tercer mandato de Colau?

Estamos en una nueva fase, una crisis de desglobalización que afectará a Barcelona. Es necesaria una fuerza progresista capaz de federar distintas fuerzas, desde la gente trabajadora de barrios como este en el que estamos, Trinitat Vella (donde discurre la entrevista), hasta las clases medias del centro. Un nuevo contrato social. Collboni tiene una capacidad de interlocución que huye de una polarización que ha tenido demasiado peso en estos años.

"Collboni tiene una capacidad de interlocución que huye de una polarización que ha tenido demasiado peso en estos años"

Nou Barris votó a Colau en 2015 y trasladó el peso de su apoyo a Collboni en 2019. ¿Qué cambió?

En medio llegó el ‘procés’ independentista. En gente de los barrios más humildes que habían votado a Colau pesó, quizá, la percepción de una cierta connivencia con el ‘procés’.

¿Vería bien un pacto del PSC con Colau siendo Barcelona en Comú el socio minoritario?

El PSC siempre ha gobernado con fuerzas progresistas. No es un partido que acabe de fundarse, es un partido previsible en el buen sentido de la palabra.

¿Ve en la lista de Collboni un sello que dice ‘vótenme que impediré que Colau sea alcaldesa’?

Es ‘votadme a mí, no votéis a Xavier Trias’, Como presidente de la FAVB conocí a Trias: un trato personal exquisito pero un alcalde muy conservador. Y ahora es el alcaldable ungido por Puigdemont, aunque quiera esconderlo y se presente con esa bonhomía burguesa del abuelo que viene a cenar a casa. Votar a Collboni es frenar una alcaldía conservadora de la fuerza política más inestable e imprevisible que hay en Catalunya (en alusión a Junts).

"Trias es el alcaldable ungido por Puigdemont, aunque quiera esconderlo y se presente con esa bonhomía burguesa del abuelo que viene a cenar a casa"

Pero usted sabe que llevamos semanas en las que un pacto entre Collboni y Trias se ve posible y cercano.

Es la alianza menos imaginable por el contenido, la historia y la dinámica de los hechos. Lo que pasa es que se trabaja con un marco mental que se nos quiere imponer, por ejemplo con el almuerzo amable de Colau con Trias. Un tú o yo que persigue reeditar las elecciones de 2015: uno que viene a buscar la venganza y la candidata del pueblo frente a las clases acomodadas. Las dos opciones están ancladas en el pasado. Es evidente que la opción más alejada de la propuesta del PSC es la que representa una fuerza conservadora como la de Trias. Que pese a los intentos de dar la imagen de señor de Barcelona, es la candidatura de Junts per Catalunya. Un partido que fue a protestar contra la cumbre franco-española en la ciudad. Trias estaba en Murcia con amigos para no salir en la foto, pero no siempre podrá irse a Murcia.

¿Entiende el movimiento de Collboni dejando el ayuntamiento para preparar su campaña?

Me ha sorprendido que tanta gente se sorprendiera. Un teniente de alcalde no puede hacer campaña como tal. Una alcaldesa puede hacer campaña como alcaldesa. Pero un teniente de alcalde, no. Era lo más honesto.

¿Qué hará un teniente de alcalde de plan de barrios, cargo anunciado para usted si el PSC gobierna?

El plan viene del tripartito y que haya una tenencia de alcalde centrada en el tema tiene sentido por la centralidad y la transversalidad que se quiere dar al tema. Queremos doblar el presupuesto, de 150 a 300 millones por mandato. Un reto clave es combatir las dificultades que tienen muchos vecinos para acceder a ayudas y prestaciones, ayudarlos en trámites ante los que se sienten desvalidos. La propuesta de Collboni es combinar el plan de barrios con la participación, ámbito en el que también tenemos problemas: hay que encontrar herramientas más efectivas y satisfactorias.

¿Dónde vive?

En la Esquerra del Eixample.

¿Si fuera usted vecino de Trinitat Vella, no tendría la sensación de que el gobierno de la ciudad ha apostado más por el centro que por otros barrios en los últimos años?

La verdad es que sí. Y es más que una sensación. Yo vivo en Consell de Cent: me están pacificando la calle.

"Yo vivo en Consell de Cent: me están pacificando la calle"

O sea que usted tiene más suerte que los de la calle de València.

Sí, se capta cierto agravio comparativo, hablando con la gente. Se ha hecho un sobreesfuerzo en la remodelación de Eixample del que se resienten los barrios periféricos. El acuerdo para remodelar el Besós sí es una prioridad de ciudad.

¿Los ejes verdes qué le parecen?

No son la única forma de ganar verde. Lo importante es recuperar los interiores de manzana... Espero que el eje verde que se está haciendo funcione.

¿Usted va en coche? ¿Le cuesta llegar a casa?

Apenas lo utilizo. Habrá que verificar esa tesis de que un 15% de la circulación se evaporará. Ojalá funcione.

¿Hay inseguridad en Barcelona?

La seguridad es relativamente buena. ¿Por qué hay percepción de inseguridad? Quizá refleja inquietudes que tienen que ver con la incertidumbre económica y social.

¿Está sucia la ciudad?

La gente lo dice, pero es algo que también corresponde a momentos de malestar y desazón. Hay incivismo, y eso tiene que ver con algo que hay que hacer: que la gente se vuelva a enamorar de Barcelona. Estamos en un momento de desencuentro.

¿Espera con emoción la posibilidad de asistir como teniente de alcalde a la Copa América?

No me lo había planteado, la verdad. Tendrá su aquel.

¿Dónde están sus amigos de cuando empezó en el PORE?

Uy, han seguido caminos distintos. De hecho yo empecé en la LCR (Lliga Comunista Revolucionària), que se fundó en casa de Pasqual Maragall. De aquel trotskismo salió gente tan distinta como Jaume Roures y Fernández Teixidó.

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