Cine Club Pere IV

Recelo en el Besòs por la gran cantidad de amianto en un antiguo cine en demolición

El plan de medidas de seguridad de la obra, que la Generalitat tiene pendiente de aprobar, certifica la presencia de 822 metros cuadrados de fibrocemento por retirar

La sala del antiguo cine Pere IV, pendiente de demolición en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona.

La sala del antiguo cine Pere IV, pendiente de demolición en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona. / MANU MITRU

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El desaparecido cine Pere IV, en el barrio del Besòs i el Maresme, se construyó hace seis décadas. Sin cartelera desde hace más de 20 años, el inmueble que el Ayuntamiento de Barcelona adquirió en 2010 es tan arcaico que contiene amianto en su interior en grandes proporciones. Se han localizado 822 metros cuadrados de placas de fibrocemento dentro del recinto que está previsto que se derribe antes del próximo verano, según la documentación a la que EL PERIÓDICO ha tenido acceso. 

Los trabajos preliminares para echar abajo la antigua sala de proyección empezaron la semana pasada. El consistorio recalca que aún no se han empezado a manipular las planchas de la sustancia insalubre. La empresa adjudicataria, Demolexar, ha presentado un plan de trabajo para la retirada de amianto a la Generalitat, que precisa que las tareas para quitar el fibrocemento empezarán el 20 de marzo y durarán una semana. Se estima que las obras costarán 360.503,53 euros al ayuntamiento.

El Departament de Treball confirma que aún no ha aprobado el plan de trabajo, que detalla cómo se arrancará el amianto bajo condiciones de seguridad. Demolexar calcula que se requerirá de tres o cuatro empleados para desclavar las planchas con la ayuda de un elevador. Los operarios vestirán prendas de un solo uso y, antes de concluir la jornada laboral, tendrán que ducharse en una cabina de descontaminación instalada en el inmueble. 

La conselleria dispone de 45 días para valorar el informe y efectuar las comprobaciones pertinentes antes de suscribirlo o modificarlo. Aún no se ha agotado ni la mitad del plazo. 

Medidas de prevención

Treball niega que se dé un contrasentido porque los trabajos preparatorios de la demolición se efectúen sin ratificar antes las medidas para proteger del amianto a los operarios. Las fibras que se irradian por ruptura de piezas construidas con la sustancia nociva o por deterioro son causantes de trastornos respiratorios crónicos y tumores de pulmón y pleura que pueden tardar décadas en aflorar, como el mesotelioma, un tipo de cáncer sin cura que acorta la esperanza de vida a apenas un año desde que se manifiesta. 

Placas de fibrocemento en el antiguo cine Pere IV, en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona.

Placas de fibrocemento en el antiguo cine Pere IV, en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona. / MANU MITRU

La conselleria explica que, mientras no comiencen las labores que entrañan peligro para la salud, corresponde a la unidad de riesgos laborales de la empresa concesionaria evaluar si se requieren precauciones para que los trabajadores estén a salvo de inhalar polvo de amianto. La compañía responde que no se requieren medidas excepcionales mientras no se parta el fibrocemento. El ayuntamiento apostilla que los recubrimientos de amianto están bajo un falso techo, por lo que las tareas no revisten una amenaza por ahora. 

Este medio ha comprobado que no todas las tablas de fibrocemento están emparedadas. Si bien no son fácilmente accesibles, un agujero en la salida de emergencia anexa al patio de butacas deja al descubierto una parte de las láminas de amianto.  

Obras con demora

El derribo de la extinta sala Pere IV se ha demorado en varias ocasiones. Hace casi seis años, el gobierno municipal anticipó que las obras arrancarían en 2019 y que un nuevo equipamiento estaría listo antes de que finalice el actual mandato municipal, que expira en junio. Tras descartar que se erigiera un edificio multiusos que centralizara servicios del distrito de Sant Martí, se optó por levantar un inmueble que alojara salas adicionales para el ambulatorio colindante y una biblioteca. La demolición debía iniciarse a principios de 2022, pero se ha hecho esperar un año.  

Aunque el amianto sigue intacto, las primeras labores han llevado a algunas organizaciones vecinales a exigir que se estreche la seguridad. “Me preocupa mucho, porque no hay transparencia. El cine está al lado del CAP y de la calle más transitada del barrio”, subraya Laura Trabal, miembro de la asociación SOS Besòs/Maresme. 

Placas de fibrocemento en el antiguo cine Pere IV, en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona.

Placas de fibrocemento en el antiguo cine Pere IV, en el barrio del Besòs i el Maresme, en Barcelona. / MANU MITRU

La entidad habla de opacidad. "Si nos dieran la garantía de que todo está controlado, estaríamos tranquilas, pero no la tenemos”, expresa Trabal. El ayuntamiento avanza que convocará una reunión abierta a los vecinos en los próximos días para detallar el proceso para extraer el amianto del recinto. Se hará precisamente para calmar la inquietud. “Somos un barrio donde hay mucho amianto y era lógico que también hubiera en el cine. Es triste que nos enteremos ahora porque la empresa a la que se han adjudicado las obras ha realizado catas y pruebas, cuando han pasado cuatro gobiernos municipales y tres concejales de distrito desde que el edificio se compró”, critica Trabal. 

Si bien el plan de prevención se presentó aún no hace tres semanas, el ayuntamiento asegura que sabe de la presencia de amianto desde hace tiempo. “Todos los cines antiguos tienen amianto. Se forraban así para retrasar que las llamas se expandieran y los bomberos llegaran a tiempo”, ilustra Ramon Tur, vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Maresme. 

Tur asegura que advirtió al distrito sobre la probable existencia de amianto en el recinto. “Por ahora no me inquieta y no hay que levantar alarmas de momento, pero estaremos atentos por si no se cumple el protocolo. Ya lo hicimos cuando pasó en una nave al lado del mercado de Sant Martí y las obras se pararon”, recuerda.

Suscríbete para seguir leyendo