Justo entre las Naciones

El olvidado héroe barcelonés condecorado en Israel por salvar a judíos de los nazis

Manuel Valls de Gomis es el único catalán distinguido con el título reservado a quienes arriesgaron su vida para librar a judíos de ser deportados y morir en el Holocausto

Manuel Valls de Gomis, el único catalán declarado Justo entre las Naciones por salvar a judíos del Holocausto.

Manuel Valls de Gomis, el único catalán declarado Justo entre las Naciones por salvar a judíos del Holocausto. / ARCHIVO ROBERT SURROCA I TALLAFERRO

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Su hazaña apenas se conoce en Catalunya, si bien le hizo digno de recibir tratamiento de héroe en vida en Francia, Reino Unido, Estados Unidos e Israel. Los honores no eximen a Manuel Valls de Gomis (1914-2002) de ser un completo desconocido en su país, pese a atribuírsele una osada contribución para socavar al nazismo durante la II Guerra Mundial. 

“Es una vida de película”, previene Oriol Falguera, presidente de la Fundación Reeixida, que se ha empeñado en arrancar del olvido a este reputado antifascista. “Contactó con los servicios secretos franceses y se ocupó desde Perpinyà del paso de la frontera hacia la Catalunya franquista de una red de evasión. Comenzó salvando a judíos que escapaban de Hitler, pero luego también a aviadores aliados que habían saltado en paracaídas en Francia y muchos más... Es una gran historia, pero desconocida”, constata.

Sirva una simple búsqueda en internet para comprobar que Valls de Gomis es ignorado en Barcelona, donde nació: ninguna calle, ninguna plaza, ninguna escuela ni ninguna otra clase de edificio público están consagrados a su recuerdo. Sin embargo, no hay otro hijo de la ciudad que haya atesorado condecoraciones de tan alto rango por librar a fugitivos del nazismo de ser capturados, recluidos y, probablemente, asesinados hace ahora ocho décadas. 

Entre los reconocimientos, brilla el que lo acredita como Justo entre las Naciones, la máxima distinción israelí a quienes salvaron a judíos del exterminio sin profesar su fe ni haberse lucrado a cambio. El mismo título se dispensó al industrial Oskar Schindler por proteger a unos 1.200 judíos de ser liquidados en Auschwitz, un dechado de valor inmortalizado por la premiada película de Steven Spielberg.    

“Es el único catalán con tal reconocimiento. Es importantísimo”, recalca Falguera. La entidad que encabeza lleva unos años invocando la memoria de militantes independentistas que, al poco de exiliarse tras la Guerra Civil, organizaron la oposición interna al franquismo y, a su vez, se involucraron en la Resistencia francesa y colaboraron con el espionaje estadounidense, británico o polaco contra el totalitarismo hitleriano. Fue el caso de los afiliados al Front Nacional de Catalunya, al que se enroló Valls de Gomis, a quien Reeixida rindió tributo el viernes pasado en Reus. 

El documento que acredita a Manuel Valls de Gomis como Justo entre las Naciones.

El documento que acredita a Manuel Valls de Gomis como Justo entre las Naciones. / ARCHIVO JOSEP CALVET

El homenaje coincidió con el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto y vino a ser un acto de desagravio a una figura subestimada por ahora. “Se le merece recordar de la misma forma que Francesc Boix y sus negativos sirvieron en el juicio de Nüremberg contra los dirigentes nazis y ‘Garbo’ contribuyó al desembarco de Normandía”, equipara Falguera. 

Red de evasión

No se sabe a ciencia cierta a cuántos perseguidos ayudó a huir del acoso de los ocupantes alemanes en Francia para franquearles una escapatoria a través de los Pirineos. Acaso fueron algunos miles a través de la red de evasión Alibi-Maurice, ramificada con agentes a lo largo de la Francia tomada por los alemanes. El papel que Valls de Gomis asumió fue decisivo para que los proscritos se encaminaran hacia lugar seguro o regresaran a la retaguardia para luego volver a combatir.

“Era quien organizaba el último paso de la travesía por Francia, el cruce de la frontera y la llegada hasta Barcelona”, expone el historiador Josep Calvet, que rastrea en archivos de Francia e Israel para reconstruir la contribución del exiliado en la clandestinidad. “Declaró haber ayudado a centenares de personas. Fueron judíos, pero también resistentes franceses, pilotos de aviación de los países aliados, políticos belgas que trataban de unirse al gobierno en el exilio…”, desmenuza. El arrojo era a costa de poner en riesgo la vida. “De haber sido detenido por la Gestapo, es seguro que habría acabado deportado o muerto”, precisa Calvet.

La estructura de Alibi-Maurice contó con colaboradores en la Catalunya de posguerra, que se prestaban a guarecer a quienes cruzaban los Pirineos a través de la Garrotxa, la Cerdanya o el Empordà, auxiliados por Valls de Gomis. En alguna ocasión, él mismo hizo de pasador y guió a los fugitivos por el monte.

“Los ponía en contacto con quienes los alojarían de camino a Barcelona -indica Falguera-. Dentro de Catalunya, les hacían la documentación falsa, aunque también la conseguían de guardias de la Francia de Vichy que hacían doble juego, como en ‘Casablanca’”. "En Barcelona, se ponían en contacto con el consulado británico o el polaco -prosigue Calvet-. Era la vía para que los judíos hallaran refugio, los resistentes fueran al norte de África a combatir y los pilotos de guerra volvieran a Inglaterra a través de Gibraltar para volver a volar".

Una familia judía

En todo caso, la organización Yad Vashem -responsable del Museo de la Historia del Holocausto de Jerusalén- resolvió que Valls de Gomis merecía ser considerado Justo entre las Naciones al quedar acreditado que refugió y encubrió al menos a cuatro miembros de una familia judía parisina, los Kirszbaum. Se llegó a casar con una hija del clan, Frajda, con quien huyó para esquivar a la Gestapo.

Militantes del Front Nacional Català, que se involucraron en la Resistencia francesa en la II Guerra Mundial.

Militantes del Front Nacional Català, que se involucraron en la Resistencia francesa en la II Guerra Mundial. / MAGÍ COLET I MATEU

Valls de Gomis nunca regresó del exilio. La aportación desinteresada de él y sus compañeros del Front Nacional de Catalunya a la derrota del Eje no logró la recompensa que deseaban. "Quisieron ampliar el pleito catalán al pleito mundial. Esperaban que, de la misma forma que se liberó a otros países, ocurriría lo mismo en Catalunya derrocando a Franco, pero no lo consiguieron", rememora el historiador Fermí Rubiralta.

Aun así, las condecoraciones no le faltaron afuera poco después de la contienda. “Francia le otorgó la Cruz de Guerra francesa y la medalla de la Resistencia; y Estados Unidos, la ‘Medal of Freedom’”, detalla Calvet. Llama la atención que Valls de Gomis figure en el listado de Justos entre las Naciones como francés, al margen de los 10 españoles que recibieron el mismo título. La mayoría de ellos fueron diplomáticos.

"Es el único distinguido por sus acciones en el Pirineo, de ahí su importancia. Pero hay más españoles que participaron. El anarquista Francisco Ponzán salvó a centenares de personas y no ha sido reconocido", señala Calvet. "Los catalanes que no pudieron volver y se vincularon a la Resistencia recibieron todos los títulos, pero quienes hicieron de pasadores a través de la frontera y estaban en Catalunya tuvieron que callar. Ni siquiera parecía que existieran después de morir Franco. Es una deuda que nunca se ha reparado", lamenta Falguera. 

Suscríbete para seguir leyendo