Nomenclátor

Barcelona descarta por ahora debatir si dedica una calle a Benedicto XVI

El gobierno municipal recuerda que deben pasar cinco años desde la muerte de una personalidad para dedicarle una vía, mientras Valents le acusa de despreciar a los católicos

Compatriotas del Papa Emérito Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) durante la ceremonia fúnebre del Papa Emérito.

Compatriotas del Papa Emérito Benedicto XVI (Joseph Ratzinger) durante la ceremonia fúnebre del Papa Emérito. / EFE/EPA/MASSIMO PERCOSSI

Jordi Ribalaygue

Jordi Ribalaygue

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El Ayuntamiento de Barcelona ha desechado por ahora la idea de Valents para dedicar una calle a Benedicto XVI, fallecido a finales de 2022. El ejecutivo local de Barcelona en Comú y el PSC ha recordado que la normativa municipal establece que deben pasar cinco años desde la muerte de una persona antes de presentarse una propuesta para que dé nombre a una vía de la ciudad y que la ponencia del nomenclátor la examine. En cambio, la formación conservadora -surgida del grupo municipal que encabezó el exprimer ministro francés Manuel Valls- ha opinado que su sugerencia se ha desdeñado por menosprecio a los católicos.

La concejal Marilén Barceló ha pedido que Barcelona dedique una calle al antecesor de Francisco “por su papel en la Iglesia, su obra y su gran vinculación con Barcelona”. En ese sentido, Barceló ha rememorado la visita de Benedicto XVI a la capital catalana en 2010 para consagrar la Sagrada Família como basílica.

En su turno, el concejal de Memoria Democràtica, Jordi Rabassa (Barcelona en Comú), ha rechazado la petición, enfatizando que el reglamento que rige la ponencia del nomenclátor “desde hace décadas” no permite estudiar propuestas de nombres de personalidades hasta que haya trascurrido un lustro desde su fallecimiento. “No abrimos ahora este debate. Que haya los que tenga que haber y, en cinco años y si conviene, ya debatiremos qué espacio puede ser o no para la persona que usted propone”, ha respondido a Barceló.

A su vez, Rabassa ha tratado de disuadir a Valents de buscar una polémica en torno a si Benedicto XVI debe bautizar una vía en la ciudad. En ese sentido, el concejal ha evitado valorar la figura de Joseph Ratzinger y su papado, si bien sí ha cuestionado que le uniera una relación estrecha con Barcelona.

“Hubiera sido un milagro que hubieran accedido a este ruego”, ha ironizado Barceló. A su vez, ha exigido a Rabassa que expresara su opinión sobre el Papa recién fallecido. “¿Cree que Benedicto XVI se merece tener una calle en su honor y por su trayectoria en Barcelona o no tiene opinión al respecto?”, le ha emplazado. “Mi opinión es irrelevante. Tenemos cinco años por delante para esperar un milagro”, ha bromeado Rabassa.