Lotería de Navidad

Barcelona gana menos de un millón de euros con el Gordo "feo"

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Comprueba si tu número tiene premio

Un estanco del paseo de la Zona Franca reparte 984.000 euros netos con unos boletos vendidos por máquina

Xavi Cañas, lotero de la administración de lotería de la Zona Franca, donde se ha vendido el Gordo de Navidad.

Xavi Cañas, lotero de la administración de lotería de la Zona Franca, donde se ha vendido el Gordo de Navidad. / ÀNGEL GARCÍA

Jordi Ribalaygue

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Magra recompensa en el retorno del Gordo de Navidad a Barcelona, tres años después de que un pellizco tocara en el barrio del Clot. La administración 9240 de Barcelona, situada en un estanco del paseo de la Zona Franca, ha vendido tres décimos del 5.490, el primer premio del sorteo extraordinario. Los billetes equivalen a 1,2 millones de euros pero, en realidad, el botín que la capital catalana se embolsa no llega al millón de euros, una vez descontada la retención de Hacienda. En concreto, son 984.000 euros los que cobrarán los desconocidos que adquirieron un número poco agraciado solo en apariencia, pero tocado por la fortuna tras ser desechado por otros loteros, que se les antojó demasiado bajo y con poco tirón entre los compradores.

El dueño de la tienda, Xavier Cañas, se encontraba esta mañana en un bar, repartiendo tabaco, cuando en la televisión se ha cantado el premio más deseado de la mañana. “El propietario ha dicho: '¡Vaya número más feo!'. Y le he contestado que estos son, en verdad, los más bonitos, los que tocan y están más repartidos. Y son los nuestros, los que vendemos en administraciones como la nuestra”, ha revelado el estanquero a la par que lotero. En ese preciso instante, desconocía que había esparcido una minúscula fracción del Gordo.

La administración de Cañas es algo así como el cobijo en que acaban albergados los números menospreciados por negocios mucho más concurridos y que conciben las ventas en Navidad con una estrategia calculada, basada en disponer de combinaciones de dígitos que resulten atractivas al exponerse en ventanilla e internet, aunque luego no les sonría ni la pedrea. "No tenemos series. Todo lo que vendemos es por máquina. Es uno de esos números que tenemos porque no gustan, las demás administraciones no quieren y entonces los podemos vender por máquina", ha explicado el lotero, con una querencia especial hacia los números menos seductores. "El 114 es de los que más hemos vendido este año. A mí me gustan, son más feos que guapos, porque los guapos ya están pillados", resuelve.

Cañas no recuerda quiénes compraron los boletos acertantes. Lo que es seguro es que los tres décimos despachados en el paseo de Zona Franca se vendieron sueltos tras ser repudiados por otros negocios. Un paradójico desquite para una cifra marginada.

“Es la primera vez que repartimos un premio así. ¡Ha sido bestial!”, ha reconocido Cañas, exultante y colmado de felicitaciones por los clientes, sorprendidos al topar con cámaras y periodistas al ir a comprar una cajetilla de cigarrillos. Antes del sorteo, acunaba una corazonada. “Tenía la sensación de que saldría un número bajo”, ha confesado Cañas, que heredó el estanco de sus padres, abierto desde 1973 y donde se vende lotería desde hace una década. 

Que tan solo fueran tres billetes expedidos en el establecimiento no ha aguado la felicidad. “¡El año que viene venderás más!”, ha vaticinado un vecino que ha agasajado a Cañas. “Hasta ahora solo habíamos entregado un quinto premio de la Lotería de Navidad, en 2018”, ha recordado el administrador, quien ha creído ser víctima de una broma cuando le han avisado que de su mano ha salido una pizca de la suerte más buscada del día.

Un cuarto en L'Hospitalet

A escasa distancia, en el centro comercial Gran Via 2, la administración número 37 de L'Hospitalet ha despachado una serie entera de un cuarto premio, el 25.296. Pese a haber entregado unos 20.000 euros por décimo, Clara del Arco no ha dejado de lado la rutina y seguía ocupada tras la ventanilla como si nada. 

"Ahora lo celebraremos. Aunque sea poco, siempre hace ilusión. No repartíamos nada en Navidad desde 2014, cuando vendimos una serie de un tercero", ha rememorado la vendedora, que ha comentado que es la primera vez que disponían del número que ha caído en los grandes almacenes, donde pasa una multitud a diario. "Espero que le haya tocado a algún cliente de los que tenemos cada día. Gusta más eso que no alguien que entre a comprar por primera vez", ha admitido.