Los vecinos protestan por el ‘retorno’ de la carpa de la Estrella a los Jardines del Baix Guinardó

Cerca de 50 personas han cortado este martes la Travessera de Gràcia debajo de los Jardines del Baix Guinardó, a unos metros de la calle de Marina, para rechazar la posibilidad de que la carpa provisional del mercado de la Estrella acabe instalado en esos jardines. Es un nuevo capítulo de una serie que viene de lejos y que ha tenido varios giros imprevistos.

En capítulos anteriores, Ada Colau se ganó cariño y quién sabe si algunos votos entre los usuarios del parque del Baix Guinardó cuando, en noviembre, decidió hacer uso de su condición de alcaldesa para desautorizar a la concejala de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, a la de Mercados, Montserrat Ballarín, y los técnicos del área, que habían acordado y anunciado que el mercado de la Estrella se trasladaría provisionalmente al parque del Guinardó mientras se reforma su sede, en la calle de Pi i Margall. Una obra que está por iniciarse, que no lo hará antes de casi un año como pronto y que se prolongará unos 24 meses desde su inicio.

Colau se plantea ahora trasladar el mercado de l’Estrella al parque del Guinardó

Una relación breve

El argumento de Colau: escuchar a los vecinos y tener en cuenta su rechazo a la iniciativa. Pero el idilio se ha roto. Lo que fueron besos y elogios son ahora reproches. La relación se ha torcido, como sucede con los años con algún matrimonio, aunque este ha durado un mes largo.

Porque el caso es que pasados los días desde el anuncio de Colau cobra fuerza la opción de que la carpa acabe en los jardines, aunque no donde estaba previsto inicialmente, junto al lago, sino en la parte de abajo, tocando a Travessera de Gràcia, donde hay una pista deportiva, una zona para juego infantil y una para perros. Eso es lo que se desprende de lo que afirmó la semana pasada en la comisión municipal de Economía el teniente de alcalde Jordi Martí. Dijo que los jardines vuelven a estar sobre la mesa como destino de la carpa por la falta de alternativas, aunque no junto al lago sino en otro emplazamiento.

La protesta

A todo esto, los vecinos ya habían celebrado una victoria que ahora no está asegurada. La concejala Alarcón asumió la jerarquía y desde que Colau anunció que revertía el traslado previsto advirtió a los vecinos que solo cabía esperar el veredicto de la alcaldía.

Este martes, los 50 vecinos que han cortado la Travessera de Gràcia durante una hora estaban que trinaban. “¡Ni un palmo de tierra!”, gritaban para dejar claro qué parte quieren ceder de los jardines para el mercado. Como novedad, porque ya habían protestado contra el plan de Alarcón de trasladar el mercado a la parte de arriba de los jardines, han añadido: “También queremos los espacios infantiles”.

Antonio Jimeno, de Salvem el Guinardó, ha sido uno de los que ha tomado la palabra para arengar a los concentrados. Ha proclamado que la protesta es contra el posible traslado del mercado pero no contra los paradistas: “Los están engañando porque los llevan a un lugar que tiene delante un supermercado”. Y todos han mirado el comercio que hay en Travessera lado mar, y que quedará a una decena de metros de la carpa provisional si esta acaba donde temen los vecinos concentrados. En declaraciones a este diario, Jimeno ha abogado por que se vuelvan a estudiar escenarios alternativos, aunque para él está claro que el elegido debe ser el de Alfons X, delante de la sede del distrito de Horta-Guinardó, donde hay ahora unas pistas de petanca.

Su argumento: está mucho más cerca del actual emplazamiento del mercado, en Pi i Margall: “Los clientes habituales de la Estrella no llegarían hasta aquí, hay que caminar mucho”. Si no, propone estudiar de nuevo otros puntos ya descartados por los técnicos, que siempre han dicho sobre la opción de Alfons X que no es comercialmente atractiva.

Los paradistas

Pasada una hora, los concentrados han dejado libre la vía y el asunto ha vuelto a quedar en el aire. Está por ver cómo acaba la temporada. “Yo a los paradistas los defenderé siempre pero creo que no tienen que venir al parque”, dice Jimeno.

Entretanto, los paradistas están tan cabreados como los vecinos. Por el cambio de decisión sin que hubiera una alternativa clara y por la incertidumbre actual. Durante tres semanas han salido de 8.45 a 9.00 a hacer una marcha por Pi i Margall, Pau Alzina, Providència y Sardenya hasta volver a la puerta del mercado para protestar y reclamar una solución.

Inicialmente, tenían que irse durante el primer trimestre de 2023. Luego la salida se aplazó a principios de verano. Ahora la previsión es que no puedan irse hasta noviembre de 2023, cuenta Lourdes Vico, presidenta de los paradistas.

Decepción

“Tenemos que saber cuándo nos vamos, si no, no podemos invertir en nuestras paradas sin saber cuánto tiempo estaremos aquí. Si irse era urgente, como nos dijeron, era urgente. A nosotros ya nos explicaron hace 14 meses que solo podíamos ir a los Jardines. No era la solución más fantástica, pero nos dijeron que era la única. Estamos muy decepcionados, muy desanimados”.

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