Aparcamiento regulado

Los revisores de parquímetros de Barcelona hacen huelga y la renuevan otra semana

La mediación celebrada el lunes se cerró sin acuerdo y los empleados seguirán parando en fin de semana y los martes

El 22 de noviembre llevarán su protesta a la plaza de Sant Miquel, frente al Ayuntamiento de Barcelona

Un vigilante de zona azul y verde de Barcelona controla los vehículos aparcados

Un vigilante de zona azul y verde de Barcelona controla los vehículos aparcados / Martí Fradera

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Los revisores de parquímetros del área azul y la verde de Barcelona han celebrado este martes una nueva concentración ante la sede de su empresa, Barcelona de Serveis Municipals (BSM) como protesta por las modificaciones que esta quiere hacer en su forma de trabajar: se les insta a trabajar cuatro domingos al año, en tanto que se les propone eliminar la tarde semanal en que trabajan. Además, BSM quiere que circulen en moto para hacer su trabajo.

Trabajadores de la plantilla de AREA, servicio que regula las zonas verdes y azules, que consta de cerca de 170 revisores, está haciendo huelga los fines de semana y se concentra los martes dos horas ante la sede de BSM, en la calle de Calàbria. El martes también hacen huelga, entre las 12.25 y las 15.45.

Cambio de emplazamiento

Por ahora, la protesta seguirá. Este lunes hubo un intento de mediación que no prosperó, explica CCOO, el sindicato mayoritario, que precisa que ya se ha convocado una nueva concentración para el próximo martes, que esta vez cambiará de emplazamiento. Se hará, según decisión de la asamblea, en la plaza de Sant Miquel, frente a una de las entradas de la sede del Ayuntamiento de Barcelona. La huelga de los fines de semana está convocada desde marzo para todos los de 2022.

El sindicato justifica las protestas por la voluntad de la empresa de que los trabajadores añadan cuatro domingos y un festivo a su jornada anual y de que vayan en moto para hacer su trabajo.   La propuesta sindical es que se rebaje el horario semanal de 37,55 horas a 35, y que a cambio de las modificaciones de horario se añada al salario un complemente de 750 euros semanales revalorizables. En lo que atañe a la moto, reclaman un aumento salarial de 150 euros para los empleados que acepten llevarla “voluntariamente”.

Siete meses sin acuerdo

La empresa, a su vez, propuso eliminar el día de jornada partida semanal de la plantilla a partir del próximo 21 de noviembre, y lamenta, según fuentes de BSM, que no haya bastado. El desacuerdo entre la empresa y la plantilla se ha prolongado ya durante siete meses.