Antoni Vives, el exurbanista de Trias en Barcelona, planifica la gigantesca ciudad-muro de Arabia Saudí

Los senderos profesionales de los protagonistas políticos tras su paso por las instituciones son muy diversos. Y, a veces, sorprendentes. El exteniente de alcaldía Antoni Vives lideró el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona durante el mandato de Xavier Trias (2011-2015) y saltó al sector privado tras la victoria de Ada Colau. Fundó una consultora propia llamada City Transformation Agency y desde 2018 trabaja en un proyecto gigantesco en Arabia Saudí llamado Neom. En 2020 fue condenado por el 'caso Leslie' pero pactó con la fiscalía para eludir la prisión.

La primera pieza de Neom es una ciudad-muro en pleno desierto, bautizada como The Line. Ha empezado obras este octubre y la promueve el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, a través de la empresa también llamada Neom. Tal como consta en la web de la corporación, Vives es uno de los principales líderes del proyecto y dirige su planificación urbanística. En un vídeo colgado en la página de Facebook de Neom, Vives en persona defiende las virtudes de este "reto ambicioso".

Como relató EL PERIÓDICO este verano, la megaconstrucción tiene capacidad para alojar 9 millones de personas. Es un edificio lineal de medio kilómetro de altura y 170 kilómetros de longitud, dentro del cual se encajan viviendas, comercios, lagos, vegetación y calles. Todo ello, promete, accesible a menos de 5 minutos para el residente y en un ambiente climatizado para aislarse del calor extremo de la orilla del Mar Rojo. Por si fuera poco, prevé también una pista de esquí para acoger pruebas de los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029. Un tren de alta velocidad cubriría el trayecto de un extremo al otro en unos 20 minutos. Según la agencia Bloomberg, solo el presupuesto inicial de Neom ya asciende a 500 billones de dólares. Petrodólares, en realidad, puesto que la riqueza de esta monarquía del Golfo Pérsico es fruto del petróleo.

Los promotores de esta muralla habitada defienden que es ecológica porque funcionaría con energía 100% renovable y el transporte por el interior sería obligatoriamente de cero emisiones. Sin embargo, no está nada claro de dónde obtendrá el agua necesaria para tantos habitantes y vegetación. El plan es construir enormes plantas potabilizadoras que capten agua del Mar Rojo y hacerlas funcionar con energía solar, una hoja de ruta muy difícil porque las desalinizadoras consumen una ingente cantidad de electricidad.

Modelo de ciudad

El expolítico de CiU, así pues, está inmerso en una vida radicalmente distinta y vive alejado de Barcelona. Poco se la imaginaría cuando era concejal, puesto que hace exactamente una década respondía en una entrevista en el diario Ara -del que era articulista- que en 10 años se veía "escribiendo novelas, algún artículo de prensa y algún ensayo". Y es que, además de la urbanismo y política, Vives ha flirteado con la literatura. Además, durante los últimos años ha tenido que compaginar el encargo árabe con los tribunales catalanes. Las irregularidades al contratar un excargo de Unió en Barcelona Regional le llevaron en enero de 2021 a aceptar una pena de dos años de cárcel por malversación y que pactó conmutar por un curso de ética.

Durante su etapa municipal Vives también fue uno de los ideólogos del modelo de ciudad de CiU, cuya faceta más conocida es el concepto Smart City. Sin embargo, el ideal iba más allá y Vives lo sintetizaba en un "mantra" que tenía enmarcado y colgado en su despacho: "Ciudades de barrios productivos, a velocidad humana, autosuficientes energéticamente, en el seno de una metrópolis de alta velocidad, hiperconectada con el mundo y de cero emisiones". Un lema que aplicado a la Barcelona mediterránea o a su impactante The Line da como resultado estilos de vidas muy diferentes.

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