Lucha contra la brecha salarial a través de la formación tecnológica

Se calcula que en Barcelona hay 77.000 personas que trabajan en entornos TIC, y que solo el 26% de estos profesionales son mujeres. La demanda de profesionales digitales ha aumentado un 80%, mientras que la oferta de profesionales disponibles solo ha crecido un 23%. La ciudad constata, por tanto, un gran desajuste entre la oferta y la demanda y una necesidad urgente de que más mujeres tengan proyección en los entornos TIC, contribuyendo a cerrar la brecha salarial provocada, en parte, por la diferencia de retribución en sectores feminizados y masculinizados. En ese contexto y para intentar revertir esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha explicado este martes que ha formado a 72 mujeres en situación de vulnerabilidad en el marco del programa formativo BCNFemTech en sus tres primeras ediciones.

Nacido como respuesta al aumento de las desigualdades existentes y la feminización de la precariedad derivada de la pandemia, el programa tiene como objetivo la inserción laboral en empresas tecnológicas de mujeres en situación de precariedad social de la ciudad a través de la capacitación en programación y desarrollo web Full Stack. Así, BCNFemTech echó a andar en abril de 2021 con el objetivo de "generar oportunidades económicas para las mujeres más vulnerables en uno de los sectores punteros y de mayor crecimiento de la ciudad".

Factoria 5

Este martes, Laura Pérez, alcaldesa accidental y cuarta teniente de Alcaldía responsable del Área de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, ha visitado la entidad formadora Factoria F5, asociación sin ánimo de lucro que gestiona el programa, y ha hecho un balance positivo. Durante la visita ha anunciado además que se realizarán dos nuevas ediciones. Próximamente se iniciará la selección de las 50 mujeres que se sumarán a las dos nuevas ediciones. Según ha apuntado Pérez, estas cuarta y quinta edición serán posibles gracias a los fondos Amunt, que promueve la implementación de un modelo de inclusión sociolaboral dirigido a 1.000 personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital (IMV) de la ciudad de Barcelona.

En estas tres primeras ediciones se han formado 72 mujeres en situación de vulnerabilidad social sin estudios previos en programación y, a seis meses de finalizar la formación, el 72% había logrado insertarse en el mercado laboral. Además, cinco mujeres en situación administrativa irregular han logrado la regularización a través de un precontrato con empresas tecnológicas.

16 nacionalidades

El perfil de las mujeres 'coders' incluye 16 nacionalidades diferentes, con una media de edad de 37 años (la más joven tiene 18 años y la mayor 62). El 36% tiene niños en cargo, y ninguna de ellas tenía estudios previos en tecnología. También, se ha registrado una gran diferencia en el nivel de estudios de las participantes, al haber desde mujeres que no habían finalizado la secundaria hasta mujeres con estudios universitarios en el país de origen no convalidados en el España.

En cuanto a su situación laboral previa, las participantes han sido mujeres en paro de larga duración o trabajo en la economía sumergida o trabajos temporales, parciales y precarios.