Transformación urbana

Las obras de la Superilla del Eixample de Barcelona se ponen en marcha

La década que transformará el Eixample de Barcelona

Reconstrucción virtual del futuro aspecto de la calle de Rocafort

Reconstrucción virtual del futuro aspecto de la calle de Rocafort

Natàlia Farré

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La gran transformación urbana de la Superilla del Eixample deja la teoría para empezar con la práctica. Todo está a punto para iniciar la transformación de los cuatro primeros ejes verdes: las calles de Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell, y las cuatro plazas que resultarán de los cruces de Consell de Cent con las otras tres vías citadas más una cuarta, Enric Granados. En julio empezará la fase informativa para que los vecinos de la zona y los ciudadanos en general conozcan el alcance de las obras y las afectaciones que sufrirán. En agosto, con todos los datos sobre la mesa, empezarán a ejecutarse las obras de carácter estructural. El periodo previsto de trabajos es de ocho meses y medio. Y el presupuesto, financiado en gran parte por los fondos Next Generation de la Unión Europea, es de 52,7 millones de euros.

Campaña informativa

La campaña informativa comienza la tarde de este jueves con una sesión abierta a los vecinos y comercios de la Dreta y Esquerra del Eixample, y continuará del 4 al 15 de julio con el despliegue de un grupo de informadores que recorrerán las tiendas afectadas para explicar el proyecto y resolver dudas. Paralelamente se habilitará un canal de Telegram para resolver todos los problemas que surjan y avisar de los posibles cambios en las obras. Además, en breve comercios y vecinos dispondrán de un referente a quien dirigir incidencias, quejas y dudas, el servicio se articulará a través de teléfono y correo electrónico, también se prevé la cita presencial en la sede del distrito. La iniciativa irá acompañada de una campaña publicitaria que se desplegará en todos los barrios afectados y que incluye una carta informativa a cada uno de los vecinos.

Obras en agosto

Durante la última quincena de julio se pondrá en marcha la primera fase de las obras con los trabajos preparatorios: reubicación de nueve paradas del servicio Bicing y de las plazas de personas con movilidad reducida e incorporación de nuevas zonas de carga y descarga. Serán actuaciones que no provocarán afectaciones viarias. Ya en agosto entrará la piqueta  con las intervenciones estructurales de manera simultánea en los cuatro ejes. La intención es hacer los trabajos lo más rápido posible para finalizar en el plazo más corto. Diez equipos de trabajo se repartirán por los cuatro kilómetros lineales de obra, que es lo mismo que decir 36 tramos del Eixample. La previsión es poder cumplir con el calendario ya que a diferencia de otros trabajos, como los que se están llevando a cabo en Via Laietana, la intervención es superficial y no hay galerías de servicios subterráneas.  

Trabajo por fases

En todas las calles se trabajará por mitades, de manera que no queden ocupadas por entero, siempre habrá uno de los dos lados, mar o montaña, libre de obras para garantizar el paso de vecinos, servicios, y vehículos de emergencia. También se podrá acceder a los vados y aparcamientos. La novedad es que durante la fase de obras la circulación ya será como la que regirá en la Superilla, que implica que no se podrán hacer dos tramos seguidos con el coche en los ejes verdes, se elimina la continuidad de la calle, en cada tramo se expulsará al vehículo de la vía. En cuanto a las afectaciones en el transporte público, no habrá. A su vez, para afectar lo mínimo a la actividad comercial, en las calles transversales a los ejes se ubicarán 50 plazas nuevas de carga y descarga, y se pintarán 270 nuevas plazas para motos. El ayuntamiento asegura que los recorridos que se generarán para los peatones durante el tiempo de intervención estarán debidamente señalizados y gozarán de visibilidad.

Desaparece el asfalto

Esta transformación en marcha supondrá ganar 58.000 metros cuadrados de espacio público recuperados al asfalto, este desaparecerá por completo y dará paso a una plataforma única construida con ‘panots’ o granito; y supondrá también multiplicar por 10 el verde de las calles en uno de los barrios más densos y con menos superficie vegetal de Barcelona. Es pasar de las calles pensadas para coches a las calles pensadas para las personas. Y es empezar a construir la ciudad del siglo XXI.

Losa Sant Antoni

Por otro lado, la comisión de gobierno municipal ha aprobado este jueves la retirada de la losa de la ronda de Sant Antoni, que se llevará a cabo el próximo noviembre. El calendario prevé tener a punto el nuevo proyecto para principios de 2023 y licitar la obra en abril.