Barcelona reactiva la ofensiva contra pisos turísticos ilegales

Barcelona llegó a sumar 6.000 pisos turísticos ilegales (frente a 9.600 con licencia), que se han ido eliminando durante años con diferentes fases ofensivas de inspección municipal, detección en plataformas de reservas y cortando las alas a su difusión. Pero el regreso de la actividad turística disparada, tras dos años de parón, ha encendido el riesgo de que vuelva a aflorar el lucrativo negocio sin control. El ayuntamiento ha comprobado que actualmente operan al menos 360 no autorizados, y ya ha reactivado un operativo de 70 personas a la caza del apartamento ilegal.

La decisión llega previo rastreo de 21.000 anuncios en plataformas digitales. La presencia de actividad ilegal detectada es mínima hasta ahora, pero se quiere erradicar antes de que vaya a más. El ayuntamiento solicitará a los operadores que retiren los anuncios. Y sin promoción, y por tanto sin reservas, el negocio muere por sí solo, más allá de las sanciones que recibirán, de entre 3.000 y 60.000 euros y las órdenes de cese de actividad.

La estrategia de presión a las plataformas pareció quedar noqueada hace unos meses por la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la orden del Govern que obligaba a Airbnb a bloquear anuncios turísticos ilegales. Estos se detectaban con facilidad desde cualquier administración en tanto que no tienen número de registro, de obligatoria publicación. Sin embargo, fuentes municipales aseguran que el Ayuntamiento de Barcelona puede seguir exigiendo la retirada en tanto que su argumentación se basa en la ilegalidad, en su propia ordenanza, y se dirige a la plataforma como sociedad intermediadora de prestación de servicios.

Experiencias compartidas con otras urbes

La alcaldesa Ada Colau ha anunciado personalmente la reactivación del plan de choque contra la ilegalidad en este ámbito, tras reunirse con su homóloga de Amsterdam, Femke Halsema, en Barcelona, donde han compartido de nuevo sus problemas y retos respecto a las externalidades que comporta el turismo. No obstante, Colau ha insistido en el que "el turismo es positivo, genera riqueza y puestos de trabajo, pero ha de ser equilibrado y sostenible".

Entre los retos que ambas manejan está evitar la utilización turística de viviendas sin licencia con fines turísticos, de forma que se genera especulación y se afecta al precio de los alquileres, ha dicho. La líder municipal de los 'comuns' ha recordado el "descontrol" que llegó a vivir la actividad en la capital catalana hace unos años, cuando miles de operadores estaban fuera de la ley.

La ilegalidad implica economía sumergida, sin impuestos y sin control, ha subrayado. También ha aludido a los problemas de convivencia vecinal, que pueden aumentar en la medida en que el volumen de actividad se dispare, se aunque estos pueden darse también con viviendas con licencia si sus titulares no las gestionan adecuadamente, como bien saben en muchas comunidades de vecinos, que sufren día a día los excesos del turismo de baja calidad.

El turismo es positivo para Barcelona, genera riqueza y puestos de trabajo, pero ha de ser equilibrado y sostenible

Ada Colau

— Alcaldesa de BCN

Las licencias vigentes en Barcelona se habían concedido hasta 2014 (cuando el exalcalde Xavier Trias impuso la primera moratoria al respecto) a todo el que las solicitó, sin más requisitos que pagar una tasa municipal de unos 200 euros y tener cédula de habitabilidad. Sus beneficiarios en la ciudad han logrado un negocio de miníma inversión, altísima rentabilidad y sin caducidad, que con el tiempo ha supuesto además la concentración de muchas licencias en manos de algunos grandes operadores que luego compraron pisos con este permiso. En otros muchos casos, los particulares se han desvinculado de la gestión, que realizan empresas especializadas, que en algunos casos no tienen en cuenta ningún filtro en cuanto al tipo de huésped.

25 visualizadores en la calle

La reactivación del plan contra la ilegalidad supone movilizar a un equipo de más de 70 personas, entre las cuales habrá 25 visualizadores a pie de calle. Ante cada caso que se detecte, se procederá a pedir a la retirada inmediata de los anuncios y se iniciará el correspondiente expediente, que puede acabar con las mencionadas sanciones.

En paralelo a esta ofensiva, también está previsto poner en marcha una campaña de información para recordar a los visitantes "que no se alojen en pisos sin licencia", y a la ciudadanía que no se pueden ofrecer servicios de alojamiento turístico sin permiso.

Otros temas que han puesto sobre la mesa las dos dirigentes han sido cómo controlar o afrontar el volumen de vuelos 'low cost' y los cruceros, cuestiones compartidas por otros muchos destinos.

Precisamente, Barcelona, Amsterdam y otras grandes ciudades planean trasladar a responsables de la Unión Europea la petición de una regulación para proteger a las grandes urbes que deben combatir en solitario efectos secundarios del turismo ligados a grandes plataformas digitales de reservas de alojamiento, que suelen no tener sede en países donde operan, y sortean muchas normativas.