Proyecto polémico

Barcelona pacificará la ronda Sant Antoni con una plataforma única de piedra natural

El ayuntamiento anuncia que los coches no volverán a pasar por el vial, que ganará zonas de juego y verde, pero no aclara si aceptará un carril bus

Fiesta reivindicativa de las entidades que prefieren la pacificación de la ronda, el pasado domingo.

Fiesta reivindicativa de las entidades que prefieren la pacificación de la ronda, el pasado domingo. / RICARD CUGAT

Patricia Castán

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La discutida transformación de la ronda de Sant Antoni escribe un enésimo episodio: El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona ha proclamado su intención de pacificar al máximo y con un perfil de plataforma única de piedra natural de lado a lado el tramo donde hasta ahora había una losa elevada. La teniente de alcalde Janet Sanz anunció este jueves a los afectados que esta será la "hoja de ruta definitiva" para reurbanizar el vial, a falta de acordar con las asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona cómo resolver las rutas de los buses de la zona y optimizar los puntos de carga y descarga. Al no aclarar este punto, queda por saber si el diseño final podría ser de semipeatonalización (con un carril bus) que supusiera un punto intermedio entre las posiciones dispares de entidades vecinales y de comerciantes de Sant Antoni y el Raval.

Así lo han interpretados los defensores del diseño previsto en 2018, que preferían carriles de autobús y taxi a ambos lados, pero aceptaban, como mínimo que se instalase uno. La Plataforma d'Afectats per la Llosa de Sant Antoni ha afirmado este viernes en un comunicado que esta última propuesta es la que logra más consensos de todas las partes.

La edil explicó que la intervención prevista se basa en eliminar la polémica losa que dejó tras de sí el mercado provisional de Sant Antoni el próximo noviembre hasta enero, siguiendo "el modelo 'superilla'" de Sant Antoni. Posteriormente se instalará un "pavimento sencillo" hasta que se licite el proyecto en abril, tiempo durante el cual habrá meses de actividades de dinamización (también en lo que queda de año) para frenar la degradación de la zona, donde la losa convertida en espacio público ha traído problemas de botellón, incivismo e inseguridad, según han denunciado reiteradamente los vecinos del entorno. Las obras se iniciarían en junio.

Estos últimos habían reivindicado el regreso del tráfico (solo buses y servicios) para acabar con los problemas de convivencia, mientras que otras entidades reivindicaban seguir ganando espacio peatonal, al estilo de la supermanzana del barrio y sin un solo vehículo. Sanz siempre ha sido partidaria de este planteamiento, que ahora ha defendido: "No volverá a haber coches". El proyecto de reurbanización deberá integrar espacios perimetrales como la plaza del Pes de la Palla y el tramo pendiente de pacificar de Tamarit. La responsable municipal de Urbanismo insistió en la idea de ganar espacio de "estancia y juegos" para los vecinos, así como el máximo de verde para algunos de los barrios más densos de Barcelona.

Más plazas y algunas incógnitas

El nuevo diseño incluirá eliminar el giro existente al bajar de Universitat hacia Casanova, donde se creará una plaza. Los comerciantes han reclamado zonas cómodas de carga y descarga, que serán de uso "puntual" y se pactarán en próximas reuniones. Sobre la mesa está también la promesa clave de resolver el lío de autobuses en la zona, evitando la contradirección que ahora se da en Urgell, y buscando soluciones que faciliten la movilidad. No está claro por dónde circularán porque una parte del vecindario quería carriles en la ronda para evitar un uso demasiado intensivo del espacio público, y otra los quería fuera de este eje.

De ese modo, la propuesta con carril bus a cada lado de 2108 queda descartado. Sanz fue ambigua sobre el alcance de la pacificación, en tanto que la defendió y habló de una plataforma única de lado a lado, pero dejó la cuestión del bus para la negociación final. Por contra, la Plataforma interpretó que la fórmula consensuada era la de semipeatonalización, con un carril bus de bajada hacia Urgell. Por ello, estos vecinos y comerciantes aseguran estar "contentos" por la solución intermedia que "incorpora el transporte público", por el hecho de que tenga calendario, y de que se hayan escuchado los problemas de seguridad y se vayan a atender los de carácter social.

La entidad, que llevaba más de un año de movilizaciones, urge a "trabajar" conjuntamente para alcanzar el detalle del diseño, del mobiliario al mantenimiento, la ubicación de terrazas y las conexiones con el resto de calles.