La decisión del jurado

Un inquietante documental gana el Festival de Cine de Arquitectura

El BARQ cierra su segunda edición con un incremento de público y una definición cada vez más clara de sus intenciones

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Carles Cols

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Ha ganado ‘The Bubble’, de la directora Valerie Blankenbyl, la segunda edición del BARQ, el festival de cine de arquitectura de Barcelona, un proyecto nacido en 2021 con una prometedora respuesta del público que este año se ha visto refrendada con creces. Habrá, pues, tercera edición, pero lo que cuenta ahora es como a través del premio concedido por el jurado, el BARQ va definiendo sus intenciones, que no son agradar al gremio de los arquitectos, sino ir mucho más allá. ‘The Bubble’, según el jurado, merece el premio por la forma en que sabe ver, tras la aparente fachada de alegría color de una descomunal urbanización de jubilados de Estados Unidos, la cara más oscura del capitalismo conservador. BARQ es un festival que se compromete.

Efectivamente, el documental ganador es una inmersión cámara en mano en The Villages, un complejo residencial de una superficie equivalente a la de Barcelona en el que viven unos 150.000 jubilados de rentas altas de Estados Unidos. La escena en la que una manifestación de residentes de The Villages, a bordo de cochecitos de golf, expresan su apoyo a Donald Trump podría haberla rodado en la ficción John Waters, pero es real. Documentales así, aunque perturbadores, son necesarios, sobre todo por su carácter admonitorio. Los vecinos de los alrededores de aquella gigantesca urbanización, en el corazón de Florida, son víctimas de un proceso de gentrificación insólito a manos de un grupo social que en la recta final de su vida expresan un absoluto desdén por las consecuencias de su estilo de vida.

La programación del BARQ, no obstante, era lo suficientemente rica como para que el jurado haya decidido hacer también una mención especial a otro trabajo, tampoco neutro en sus planteamientos, que retrata a la perfección cómo el poder político hace uso de la arquitectura en interés propio. Es ‘Building Bastille’,  un a veces muy divertido relato sobre cómo Francia se embarcó contrarreloj en la construcción de un monumental teatro de la ópera en París, que tenía que estar listo con motivo del bicentenario de la Revolución Francesa (obras y calendario, como cualquiera que haya hecho reformas en casa sabe, se llevan fatal), pero que fue víctima, cómo no, de todo tipo de sucias disputas palaciegas. ‘The Bubble’ habla de Florida y ‘Building Bastille’, de París, pero sus conclusiones podrían ser perfectamente trasplantables a Barcelona.

Cortos

En la sección de cortometrajes, el jurado ha acordado conceder el premio en esta segunda edición del festival a ‘Storgetnya’, una película de un gran potencia visual, en la que la arquitectura solo es un telón de fondo narrativo, y ha otorgado una mención especial a ‘Windows from here’, un retrato sobre el confinamiento al que obligó la pandemia, pero visto desde la perspectiva de las favelas de Río de Janeiro.