En Sant Antoni

Una mujer y su bebé, desahuciados de una vivienda del arzobispado en Barcelona que fue narcopiso

"Me echa la Iglesia, y no creo que el pueblo de Dios eche a la gente de su casa”, afirma la afectada

La propiedad subraya que la desalojada rechazó una pensión y esta argumenta que el horario le impedía trabajar

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Una mujer y su bebé de un año fueron desahuciados este martes del piso que ocupaban en el número 163 de la calle de Tamarit, una vivienda propiedad del Arzobispado de Barcelona en el que anteriormente había funcionado un narcopiso, informa ACN.

La mujer residía en el entresuelo con su bebé de un año y su compañero y el proceso que concluyó con el desalojo del martes se inició hace meses. El arzobispado presentó en 2020 una reclamación judicial para lograr que los responsables del narcopiso lo abandonaran, algo que acabaron haciendo en marzo de 2021 por la presión vecinal.

Cuando la vivienda estaba vacía, Shardonelys, la mujer desahuciada el martes, se instaló en ella.  Cuando conoció que el proceso de desahucio estaba en trámite, pidió ayuda a los servicios sociales, que le ofrecieron la alternativa de una pensión. Sin embargo, la pensión solo permitía que ella estuviera fuera de las nueve de la mañana a las cinco de la tarde, lo que le impedía trabajar porque tiene un horario más amplio.

“Lo que me ofrecieron era una cárcel”, declaró Shardonelys a ACN, recalcando que solo podía aceptar trasladarse a la pensión si perdía su trabajo: Vivir allí y perder el trabajo implicaba perder dinero”.

Estafada

Se da la circunstancia que la mujer ignoraba que antes de que ella llegara a la vivienda esta había albergado un narcopiso. Se la ofreció una mujer que le cobro 3.200 euros a cambio de las llaves y el teórico periodo de alquiler de un año. Meses después, recibió la orden de desahucio.

Fuentes del arzobispado declararon a ACN que su política en estos casos es asegurarse de que la persona que va a ser desahuciada de una de sus propiedades cuenta con una alternativa habitacional: “Evidentemente, no queremos que nadie se quede en la calle”. Por ello, añaden las mismas fuentes, este desalojo fue suspendido cinco veces. También afirman que no pueden ofrecer uno de sus pisos a la mujer y a su hijo porque esta función corresponde a los servicios sociales.