Barcelona

El concejal de Ciutat Vella se queja del exceso de ocio nocturno en el distrito

El Ayuntamiento pide al sector privado que la oferta de la Rambla se focalice en los barceloneses y no en los turistas

Ambiente tras el cierre de los locales de la plaza Reial de Barcelona. Jóvenes extranjeros beben frente a una discoteca con la persiana bajada

Ambiente tras el cierre de los locales de la plaza Reial de Barcelona. Jóvenes extranjeros beben frente a una discoteca con la persiana bajada / MANU MITRU

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El Ayuntamiento de Barcelona pide al sector privado que la oferta de la Rambla se focalice en los barceloneses y no en los turistas. Así lo reclama el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, en una entrevista en el ACN en la que también se queja del exceso de ocio nocturno en ese distrito y asegura que se mantendrá el dispositivo policial preventivo para evitar y neutralizar aglomeraciones en la calle.

El concejal del distrito tiene claro que hay "una Ciutat Vella de mañana y una de noche" en cuanto a la vida y el uso del espacio público. Aunque el plan de usos actual prohíbe que haya más discotecas en el distrito, opina que debería haber menos y por eso están trabajando en el Frente Marítimo. Según datos municipales, en Ciutat Vella hay 16 locales con licencia de discoteca, una cifra que debería sumarse a los bares o salas de fiestas.

Por un lado, Rabassa entiende que hay muchísima gente que tiene la necesidad de salir a la calle y utilizar el espacio público después de meses de toques de queda y confinamientos, entre otros. Por otra parte, admite que hay zonas del distrito donde no se puede dormir durante el fin de semana, algo que es "intolerable" y que reconoce que no se puede normalizar. Por ello, asegura que el dispositivo de seguridad para "neutralizar" concentraciones a partir de ciertas horas seguirá vigente y se irá cambiando semana a semana para que sea "lo más eficiente posible". Ahora bien, también cree que no todo debe reducirse a los cuerpos de seguridad y apela a la corresponsabilidad de los locales de ocio nocturno ya la gente que hace ruido en la calle.

Fin del periodo de excepcionalidad de las terrazas

Otra cuestión que tiene algunos vecinos en pie de guerra son las terrazas. Actualmente, el Ayuntamiento está tramitando las solicitudes de consolidación de las terrazas ampliadas de forma extraordinaria por bares y restaurantes durante la pandemia. "Hemos terminado la excepcionalidad, los usos vecinales deben ser prioritarios", reivindica.

Por eso, se analizarán todas las solicitudes "una por una" porque cada calle es diferente. Durante la pandemia, señala, se han denegado 400 ampliaciones en Ciutat Vella y se han concedido casi 300. "A pesar de todo, no caben, por eso las repasaremos con el objetivo de buscar el equilibrio".

Para Rabassa el proyecto de transformación de la Rambla tiene varias estrategias y la de urbanización implica un doble trabajo: esponjarlo para que haya más espacio para pasear, pero también sacarle oferta turística. En este sentido, por ejemplo, tiene claro que los quioscos de los antiguos pajareros -que ahora venden gofres o souvenirs, entre otros- deben ir fuera. "No puede que en negocios concedidos por la administración lo que haya es venta de material para los turistas", exclama.

"Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo: urbanización, retirar pajareros y retirar oferta turística", reitera. "Nos falta que se activen los privados, que deben empezar a ver que el público objetivo, el que necesitan, es el de Barcelona, y dejen de hacer ofertas solo para turistas que lo que hacen es ahuyentar a la gente de Barcelona" , concluye.

Sobre el inicio de las obras, Rabassa dice que no puede aventurar ninguna fecha, pero no descarta que puedan ser en verano si es en ese momento cuando todo esté a punto: "Comenzarán cuando estén todos los procesos administrativos y las licitaciones" .

Locales comerciales y vivienda

El espacio público en el Distrito, destaca, es "muy preciado" porque puede sacarse "mucho rendimiento económico". Esto afecta sobre todo a locales comerciales, viviendas y al propio espacio público. En este sentido, se sitúa a sí mismo junto a los vecinos y habla de algunos proyectos o medidas encaminados a recuperar los barrios.

Entre los proyectos impulsados por el distrito para fomentar la dinamización de locales vacíos, por ejemplo, se encuentra el conocido como de Bajos de Protección Oficial (BPO). Actualmente, explica que están a punto de resolver la tercera convocatoria y con los 10 locales comprados en unos meses se hará una cuarta: "Serán locales con actividad económica de interés para el barrio". Y es que para Rabassa la economía del visitante debe tener menos peso y la economía del barcelonés debe tomar "más vuelo". En pandemia, recuerda, se ha demostrado que quienes han salvado el comercio de proximidad son los vecinos y no los turistas.

"Muchos propietarios prefieren tener los locales cerrados y especular para ver cómo pueden sacar el máximo rendimiento y eso lo hemos visto a la hora de comprar locales", lamenta.

Reconoce que existen algunos propietarios "sensibles" pero la gran mayoría no lo son. La lucha por el espacio público, dice, confronta los intereses más comunitarios con los más económicos, una lucha que extrapola a la vivienda o a las terrazas y al espacio público.

De hecho, apunta que cada semana hay entre 10 y 12 desahucios anunciados en Ciutat Vella pese al trabajo "invisible" para evitar que haya más y garantizar el derecho a la vivienda. Como ejemplos, cita la compra de vivienda por parte del Ayuntamiento para hacer pisos asequibles, la rehabilitación de edificios o la mediación cuando se trata de un conflicto de grandes inversores que quieren desahuciar a todos sus habitantes. "Estamos abiertos a 'experimentar' para defender el derecho a la vivienda con lo necesario", añade.

Seguridad y Raval

En relación a los pisos del Ayuntamiento ocupados, Rabassa argumenta que la administración está enterada y actúa de una forma u otra según el tipo de ocupación. "En aquellas ocupaciones delincuenciales existe una intervención de las fuerzas de seguridad que acabarán en un juzgado", sentencia.

Sobre la seguridad como uno de los retos de Ciutat Vella, Rabassa mantiene que "hay más Guardia Urbana que nunca". "A nivel de despliegue de cuerpos en toda Ciutat Vella estamos haciendo un despliegue centrado en la policía del barrio y hay más patrullaje que nunca", remarca. Luego está el patrullaje a pie de calle y las unidades que investigan delitos de tráfico de drogas, que es competencia de los Mossos d'Esquadra pero cuenta con la colaboración de la Guardia Urbana.

En todo caso, y relacionado también con el contexto pandémico, el concejal afirma que los índices de delincuencia no llegan a los que existían en 2019. A su juicio, se está haciendo "muy buen trabajo comunitario".

Sobre el barrio del Raval y la reivindicación de un plan de reforma integral por parte de ERC, Rabassa lo descarta y afirma que ya existe un plan de barrios y una intervención "muy focalizada" en el Raval, con intervenciones sociales y educativas, un plan de mejora de la iluminación o un plan de movilidad.