La nueva propiedad y los vecinos de la Casa Orsola abren la puerta al diálogo

Una vía de diálogo se ha abierto entre los inquilinos de la Casa Orsola, un edificio modernista de la Esquerra de l'Eixample, y la nueva propiedad de las viviendas, Lioness Inversiones. Después de la decisión de no renovar sus contratos de alquiler, que implicaba la expulsión de algún vecino que llevaba más de 30 años en su piso, el fondo de inversión anunció a través de un comunicado el pasado 23 de diciembre su idea de buscar soluciones consensuadas. Dos días antes, la comunidad de vecinos, con el apoyo del Sindicat de Llogateres, había organizado un acto de protesta para denunciar su situación en el cruce entre las calles de Calàbria y Consell de Cent donde se halla la Casa Orsola.

La comunidad de vecinos entendía que era víctima de la especulación inmobiliaria, ya que en su opinión la nueva propiedad quería finalizar los contratos de alquiler para rehabilitar el edificio y construir espacios y viviendas de lujo. Con esa intención se comunicó con los inquilinos por burofax y sin ninguna explicación de su decisión. La medida también afectaba a los locales comerciales de un edificio ubicado en un área tan codiciada como será el futuro eje verde de Consell de Cent.

Por su parte, el Sindicat de Llogateres ha hecho pública hoy la carta, con la firma también de la comunidad de Casa Orsola, que ha enviado a Lioness Inversiones en la que aceptaba esa propuesta de diálogo, algo que ya se le planteó sin tener respuesta el pasado 28 de octubre a la nueva propiedad. La parte vecinal propone una reunión entre las partes el próximo 13 de enero.