Polémico equipamiento

Las familias del Mas Casanovas de Barcelona denuncian la instalación de un albergue para toxicómanos frente al colegio

Reclaman al ayuntamiento la reubicación del equipamiento y recuerdan que esta escuela es un centro de alta complejidad

El consistorio lanza un mensaje de calma y defiende que el servicio ha funcionado bien en su emplazamiento provisional de Les Corts

El antiguo hotel Aristol, en primer término, frente a la escuela Mas Casanovas.

El antiguo hotel Aristol, en primer término, frente a la escuela Mas Casanovas. / Zowy Voeten

Montse Baraza

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Las familias de la escuela Mas Casanovas, situada en el Baix Guinardó de Barcelona, están en pie de guerra por la instalación de un albergue para personas sin hogar con adicciones frente al colegio, un centro de alta complejidad que acoge a alumnos de infantil y primaria. La intención del Ayuntamiento de Barcelona es situar el albergue en el Hotel Aristol. Las familias lo consideran un "grave error" y piden su reubicación. Esgrimen que el equipamiento social estará a apenas 15 metros de la puerta de la escuela. La propiedad del edificio que acoge el hotel, por su parte, ha asegurado a EL PERIÓDICO que no tiene ni constancia ni ningún acuerdo con ninguna administración o entidad. Ha aclarado que el establecimiento está cerrado en el marco de la pandemia pero que tiene activa la licencia hotelera.

El albergue abrió hace un año y medio, en plena pandemia, en un local provisional, cedido por la Fundació Pere Tarrés, en el barrio de Les Corts. Fuentes municipales explican a EL PERIÓDICO que este servicio, pionero en Barcelona, ha funcionado sin conflictos y con muy buenos resultados de salud para los usuarios. La intención, apuntan, es que siga funcionando así en la nueva ubicación. "En les Corts no ha habido ningún aumento de incivismo, ni de robos ni de suciedad relacionados con el albergue", sostienen. El traslado al edificio del Hotel Aristol, con capacidad para 50 personas, "no se hará este mes de enero", aseguran desde el ayuntamiento. "Antes queremos mantener más reuniones con las familias y vecinos para explicarlo todo bien", subrayan.

Centro de alta complejidad

Madres y padres quieren dejar claro que no se oponen a que el albergue se instale en el Guinardó, pero cuestionan que la ubicación idónea sea frente al colegio. La escuela Mas Casanova es un centro educativo de alta complejidad, esto significa que acoge a alumnos con dificultades, necesidades especiales y en situación de vulnerabilidad. Es el único colegio del barrio que cuenta con SIEI (servicio de apoyo intensivo a la escolarización inclusiva), forma parte del Proyecto Magnet debido precisamente a sus complejas características y participa en los programas 'Protegim les Escoles' i 'Entorns Escolars. Las familias subrayan esta casuística para rechazar que a la puerta del colegio los niños se vean expuestos a la realidad de personas con adicciones. "En nuestro colegio están escolarizados menores que provienen de situaciones muy difíciles. Necesitan mucha tranquilidad y apoyo", argumentan.

La portavoz de la Asociación de Familias (AFA), Vanesa Gasull, denuncia que "no se ha elaborado un plan de prevención enfocado a la infancia" a pesar de que la escuela forma parte del entorno estrecho del albergue y "tampoco hay una valoración de riesgos para la infancia".

Mensaje de calma

Desde el consistorio, entienden la preocupación de las familias pero lanzan un mensaje de tranquilidad. "No va a haber problemas", han señalado las fuentes, que apuntan que la mayoría de alojados en el albergue tienen problemas relacionados con el alcohol. Sobre la ubicación de este equipamiento, afirman que "se ha realizado un informe técnico previo. Se ha evaluado y se ha considerado que es el emplazamiento más adecuado".

Las familias lamentan el modo en que se han enterado de los planes del consistorio. "Nos enteramos por casualidad", denuncia Gasull. A raíz de ello, el 21 de diciembre mantuvieron una reunión con responsables. "Nos dijeron que no iban a informarnos hasta este mes de enero, cuando ya se hubiera firmado la licitación del concurso". La AFA también ve posibles irregularidades por parte de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) en el proceso de adjudicación del contrato público, de 2,5 millones de euros, a la Asociación Bienestar y Desarrollo, entidad que gestiona el albergue de les Corts y pasará a gestionar el del nuevo emplazamiento.

"En la reunión, los cargos de los organismos competentes nos dijeron que un año antes se informó a la empresa ganadora de las condiciones concretas del contrato público La única empresa que se presentó al concurso fue la empresa informada, la Asociación Bienestar y Desarrollo", añade. Las familias reclaman una investigación sobre cómo se ha realizado el concurso público y la licitación.

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