Retraso de años

La primera fase de reforma de la Rambla comenzará por fin en 2022

El ayuntamiento la desencalla al incluirla en los presupuestos del año y prevé empezar por el tramo próximo a Colom

También se compromete a eliminar en los próximos meses las antiguas pajarerías para liberar espacio de paseo

Simulación del futuro aspecto de la Rambla tras la reforma.

Simulación del futuro aspecto de la Rambla tras la reforma.

Patricia Castán

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Con 2.028 días de retraso, señalados rotundamente desde el marcador instalado en la Rambla para denunciar la injustificable situación, el ayuntamiento ha anunciado por fin este martes que la gran transformación del eje más célebre de Barcelona empezará durante 2022. Comenzará por el extremo de Colom, ampliando y abriendo más el vial hacia el mar, y será la primera de cinco fases de obras. La intervención en su conjunto no solo dará un vuelco a su urbanismo, sino que tiene el reto de “poner en valor su historia y contribuir a reactivar el comercio local y del centro”, que aún presenta las heridas económicas de la pandemia, destaca el consistorio.

El gobierno municipal de Colau ha encarrilado la aprobación definitiva del proyecto ejecutivo para convertir la Rambla del siglo XXI en un paseo más “confortable, verde, amable y cultural, con más espacio para el peatón y una mejor accesibilidad y ordenación de los usos”. La comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad ha fallado a favor esta tarde de martes, con el voto unánime de todos los grupos, a la espera de que el pleno del 23 de diciembre le dé el visto bueno final.

Imagen virtual de la reurbanización de la Rambla.

Imagen virtual de la reurbanización de la Rambla. /

Son tantas virtudes que cuesta creer que el plan se haya retrasado una y mil veces pese a las insistentes quejas de comerciantes, vecinos e instituciones. Pero esta vez parece la definitiva, al haber sido incluida la obra en los presupuestos del próximo año –si todo sigue el guion previsto y salen adelante--, ha explicado la tenienta de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. La edila ha dicho también que ya cuentan con unos informes del Ministerio de Defensa a los que aludió en la anterior comisión porque estaban pendientes. Todavía no se ha detallado la cuantía para la primera fase, dentro del presupuesto total de 44,56 millones de euros que se desarrollará en varios años.

Otras decisiones confirmadas

El diseño ya anunciado no varía, pero sí toman cuerpo otros elementos pendientes que han provocado numerosos desencuentros en los últimos años. El concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, ha asegurado que los 11 puestos que antaño ocuparon los ‘ocellaires’ se eliminarán también este próximo año --concluida su concesión hace unos meses--, ya que “no aportan valor” al eje. El ayuntamiento prima despejar esa zona para paseo y reducir la oferta turística que habían acabado engrosando.

Por otra parte, confirma que todos los kioscos de prensa tendrán continuidad, aunque con una nueva disposición para evitar que queden enfrentados y las zonas de paseo sean más fluida. Una premisa que también será válida para los de flores, en el tramo de Rambla de les Flors, en los que se sigue trabajando para incorporar otros usos en algunos casos.

Sanz ha explicado que el inicio por el tramo de Colom-Santa Madrona es prioritario porque se "conectará mejor con el frente litoral" y el entorno, con la modificación también de la avenida de las Drassanes. Contempla la transformación urbanística dentro de otras estrategias para la zona que incluyen la dinamización cultural y políticas de vivienda para recuperar vecinos.

La asociación Amics de la Rambla, que ha batallado largamente para impulsar la reforma, ve con buenos ojos empezar por ese extremo y que por fin haya una fecha que parece firme. Sin embargo, están tan escarmentados que no quieren hacerse ilusiones hasta que no vean las excavadoras, viene a decir su presidente, Fermín Villar. En la entidad lamentan que los trabajos se anuncien sin que aún se les haya informado sobre el desenlace de las alegaciones que presentaron.

No tienen noticia de qué pasará con las terrazas, que también dependen de la ordenanza y de otros planes especiales de la zona. En el caso de las pajarerías, apoyan opciones como su traslado a la Boqueria, en lugar de su supresión unilateral.

Más aceras y espacios humanizados

En lo que al nuevo trazado de la Rambla se refiere, se mantienen los criterios de actuación en base al anteproyecto que elaboró el equipo de km-ZERO y que tiene entre sus claves mejorar la conexión entre el Gòtic y el Raval, en lugar de ejercer de frontera. Los trabajos llegan en un momento de grandes cambios, ya que coincidirán con la reforma de la Via Laietana, que también debe incidir en la reactivación del comercio del entorno.

Por si a estas alturas alguien ya no recuerda los planes para la Rambla, la clave será restar espacio destinado al vehículo y ganarlo al peatón. El eje se quedará con un solo carril de circulación por lado de 3,5 metros de ancho, dando algo más espacio al tronco central y sobre todo a los laterales que tendrán un mínimo de 3.   

El paso de vehículos quedará restringido al tráfico vecinal, y los dos carriles  admitirán bicicletas y autobuses, reparto de mercancías, vehículos de servicios y acceso a los aparcamientos del ámbito, como ya sucede en la actualidad en el ascendente. El diseño se completará con pilones de seguridad en los extremos.

Entre las principales innovaciones está también la creación de tres espacios en cruces singulares (Espai Moja-Betlem, Pla de la Boqueria y Pla del Teatre) que se configurarán como plataforma única dada su ubicación junto a equipamientos culturales.

Uno de los puntos más discutidos y demandados era la renovación del pavimento, que ejercerá de elemento unificador del espacio de fachada a fachada, con piezas de distinto formato de piedra natural y granito y pórfido. También se unificará el alumbrado para que sea más funcional, mientras que se distribuirán bancos y zonas de descanso laterales bajo los árboles.