Reactivación amenzada

Comerciantes del centro de Barcelona denuncian un auge de delincuencia que castiga al turismo

Los empresarios piden un refuerzo de la seguridad para evitar hurtos violentos en las zonas más visitadas que podrían afectar a la recuperación del sector

Tiendas en el paseo de Gràcia de Barcelona

Tiendas en el paseo de Gràcia de Barcelona / ROBERT RAMOS

Patricia Castán

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El eje comercial más famoso de la ciudad, el paseo de Gràcia, vuelve a latir tras meses de escasa actividad con la flexibilización de las restricciones por pandemia y la lenta pero progresiva vuelta del turismo. La Associació del Passeig de Gràcia, que representa a tiendas, restaurantes y hoteles, se muestra esperanzada con la reactivación pero ha advertido este jueves de que el regreso de visitantes foráneos "se está viendo oscurecido" por un incremento de la delincuencia. El presidente de la entidad, Luis Sans, alerta de que "la situación es insostenible" y tiene muy "preocupados" a los operadores.

El representante del eje explica a este diario que los actos delictivos se han multiplicado desde principios de mayo. La entidad reclama con urgencia un refuerzo de la seguridad para evitar hurtos y robos en las principales zonas turísticas de la ciudad y, en especial en el paseo de Gràcia, donde el 90% de los establecimientos hoteleros ya están abiertos. Según datos del sector, la ocupación hotelera en Barcelona ronda el 30% y crecerá hasta el 60% de cara a julio, lo que devolverá el turismo a las calles, y por tanto el negocio a la hostelería y el comercio del centro. No obstante, Sans teme que el aumento de robos pueda lastrar el despegue de este verano.

Con violencia e impunidad

La entidad ha denunciado que el aumento de la actividad comercial y la afluencia de clientes en el paseo ha comportado la reactivación de la delincuencia "con más intensidad e incluso con más violencia", añade. "Se trata de personas que actúan en pequeños grupos, de dos o tres individuos. Y lo hacen en plena calle, impunemente, robando relojes, joyas y carteras a los turistas, incluso agrediendo físicamente a la salida de hoteles y comercios ", añade, recogiendo la preocupación de los empresarios de la zona.

En este caso, la asociación alerta de que, en paralelo, han aumentado los robos en el interior de vehículos estacionados en aparcamiento y reclama "un refuerzo de la seguridad en la ciudad para evitar la actividad delictiva de carteristas y ladrones reincidentes en la vía pública ". Antes de la pandemia el eje ya batalló por incrementar la presencia policial preventiva en la zona, y constató una mejoría. Pero durante la crisis sanitaria, sin compradores en sus tiendas de lujo y sin huéspedes en sus hoteles, la delincuencia también estuvo congelada. Su vuelta a la calle se ha producido más rápido de lo que esperaban.

"No podemos permitir que pongan en riesgo el turismo que comienza a respirar tras el coronavirus", sentencia el mismo portavoz con la vista puesta en un flujo turístico subirá a partir del 7 de junio, cuando se abren las fronteras comunitarias para viajeros procedentes de fuera de la Unión Europea que ya hayan completado el proceso de vacunación y del 1 de julio, cuando se prevé implementar el Certificado Verde Digital en Europa. De momento, los principales visitantes son nacionales, franceses, alemanes y rusos.

Los comerciantes vuelven a poner sobre la mesa la urgencia de reformar el código penal para elevar las penas en los casos de multirreincidentes, que son precisamente los que se ceban en las zonas más turísticas. Pero destacan, como positiva, la nueva oficina de atención ciudadana conjunta con Mossos y Guardia Urbana en la calle de Aragó, que ayudará a facilitar las denuncias.