Vecinos de Sant Andreu: "¡No al chip, queremos los 'containers'!"

Cerca de 200 vecinos del barrio barcelonés de Sant Andreu se han manifestado este viernes a las 19.30 en la plaza de Orfila, donde se encuentra la Seu del Districte, para protestar contra el nuevo sistema de recogida de basuras puerta a puerta. La concentración que ha comenzado con gritos de "¡no volem el porta a porta!" ha virado en proclamas contra el ayuntamiento. "¡Fora Colau!", ha gritado varias veces la multitud.

La recogida de basuras puerta a puerta arrancó en el barrio el pasado lunes. Este nuevo sistema de reciclaje, más eficiente y que se implantó en 2018 en Sarrià y ya se realiza en 200 municipios catalanes, consiste en la retirada de las calles de todos los contenedores, excepto el vidrio. Los vecinos deben bajar a la puerta de su portal sus bolsas de basura siguiendo un calendario semanal y entre las 20.00 y las 22.00 horas. La novedad y el desconocimiento de muchos (pese a que el consistorio lleva informando desde febrero) provocaron que, en los primeros días de esta semana, el barrio amaneciera con bolsas de basura tiradas en la calle.

Concentración en Sant Andreu contra el nuevo sistema de recogida de basuras en el barrio.

'Nosaltres reciclem sense el porta a porta', reza una pancarta. La llevan dos niñas, hijas de Sara Romera, "vecina del barrio de toda la vida". Ella carga contra el Puerta a Puerta. "Lo hicieron de muy malas maneras. Hay gente mayor que no se entera y le hacen bajar la basura en horarios restringidos. ¿Qué pasa si trabajas de tarde o de noche? No han hablado con la gente del barrio. No nos gusta el chip", expresa Sara.

Uno de los aspectos más polémicos es el chip que llevan las bolsas de basura que el ayuntamiento ha entregado a los vecinos (así como el resto de kits de reciclaje) para este nuevo sistema. El consistorio asegura que el objetivo no es controlar lo que contiene cada bolsa ("eso no lo miramos", precisan fuentes municipales), sino seguir la "trazabilidad" de los residuos. Este sistema permitiría por ejemplo, en un futuro, bonificar la tasa de residuos a los que más reciclen.

Concentración en Sant Andreu contra el sistema 'porta a porta' de recogida de basuras.

"Este sistema no respeta el derecho a la intimidad. Tiene muchas deficiencias. No es un concepto de higiene, sino que desde el punto de vista jurídico tiene carencias", protesta Gerard Villanueva. "Mi madre de 90 años, que camina con un andador, ¿va a tener que salir por la noche a dejar la orgánica y otra vez por la mañana a recoger el cubo?", critica María Dolores. "He llamado al distrito y me mandarán un educador. Mi madre está bien de la cabeza, recicla muy bien y no necesita un educador", critica.

Entre más gritos que propuestas los vecinos han ido tomando un altavoz comprado para la ocasión en un bazar chino de los alrededores y han ido lanzando sus críticas. "Este sistema no funciona, es un sistema impuesto", ha dicho una. "¿Por qué nos cambian una cosa que funcionaba?", se ha preguntado otro. "Nos han impuesto esta mierda de sistema. Vull el meu 'container'. Esto es insalubre y llegarán las ratas en verano", ha arremetido otra más.

Finalmente, los manifestantes se han emplazado a hacer más acciones de protesta, a abrir paralelamente un espacio de diálogo con el ayuntamiento y a presentar de manera individual alegaciones contra el nuevo sistema. "Aquí todos estamos a favor del reciclaje", ha precisado otro vecino por si había dudas.

"Necesario, pero mejorable"

Las asociaciones de vecinos de Sant Andreu están divididas en torno al Puerta a Puerta. La de Sant Andreu Sud lo critica y ha estado presente en la manifestación. Pero la Associació de Veïns de Sant Andreu de Palomar, si bien reconoce que es "mejorable", lo encuentra a la vez un "sistema necesario".

"Hace años que Barcelona no supera el 39% de selección de las basuras [con el Puerta a Puerta se puede llegar hasta un 60% o 70%], realidad claramente insostenible", recoge la asociación de vecinos de Sant Andreu de Palomar en un comunicado enviado este viernes. Dice ser consciente de las dificultades de bajar la basura solo en determinadas horas, pero reclama a los vecinos "ser críticos a la vez que constructivos".

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