Cambios pospandemia

El Ayuntamiento de Barcelona quiere evitar la “masificación turística” de la Rambla

El regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, advierte al comercio y la restauración que se equivocarán si no cambian su oferta  

El presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, lamenta que no haya calendario ni presupuesto para reorientar el paseo

Ambiente en la Rambla de Canaletes

Ambiente en la Rambla de Canaletes / RICARD CUGAT

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A las puertas de una tímida recuperación del turismo, el Ayuntamiento de Barcelona ha vuelto a poner la Rambla sobre la mesa de debate. No puede volver a ser las de antes, ha declarado a la ACN el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa. Para esquivar la "masificación turística" prepandemia, ha pedido la implicación de la cultura y advierte al comercio y la restauración que se equivocarán si no cambian su oferta. 

Por su parte, el presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, ha lamentado que no haya calendario ni presupuesto para transformar físicamente el espacio y reorientar la oferta comercial. El presidente de la asociación, integrada por vecinos y comerciantes, considera que no se ha aprovechado el parón pandémico para impulsar un cambio. La Rambla, añade, "no puede rechazar el turismo". "Cuando Barcelona no era turística –apunta- la Rambla ya lo era". Pero lo que su asociación espera es un turismo “respetuoso” con los vecinos.

Sin fecha para las obras

Para Rabassa, sin embargo, el objetivo de “recuperar” la Rambla sigue “plenamente vigente”, aunque no haya fecha para el inicio de las obras. "Se ha trabajado mucho –apunta-, no en el espacio público, sino técnicamente en los despachos". El regidor defiende que hay que "llenar la Rambla de barceloneses” y de actividades que generen interés local, para que, cuando lleguen los turistas, se encuentren con un uso diferente del espacio. Para que esto pase, apunta, se tienen que implicar los equipamientos culturales. De hecho, puntualiza, hay una mesa de equipamientos que quiere ocupar la Rambla para mostrar su actividad en algún momento. “Eso se verá más adelante, cuando las restricciones lo permitan”, indica. “Estamos convencidos de que todo el trabajo que se ha hecho durante la pandemia dará resultados cuando podamos salir a la Rambla y visibilizarlos”, señala. 

En este sentido, Rabassa ha recordado el proyecto de 'Ràdio Rambles', ya en marcha, y las denominadas “àgores” de actividades lúdicas y formativas. "Haremos más actividades de las que ya se están haciendo", avanza. El regidor de Ciutat Vella confía en que se implique el sector cultural, aunque también reclama la complicidad de otros actores, como restaurantes y comercios. “Se tienen que repensar y reinventar", apunta. "Quien vuelva a la normalidad con las mismas ofertas se habrá equivocado”, advierte. ¿La clave? Atraer a un público barcelonés, local, añade. “Después de la pandemia, tenemos que ver cómo ha cambiado”. 

Potenciar la oferta cultural

Fermín Villar coincide en que se necesita potenciar la oferta cultural de la Rambla y "reorientar la oferta comercial", pero considera que no se ha hecho nada para que el cambio sea visible ahora. Pese a las iniciativas conjuntas entre Ayuntamiento y Amics de la Rambla para fomentar el uso local del paseo, Villar considera que es "casi imposible" invertir una tendencia de años. Esta tendencia, indica, es la de un éxito turístico "innegable" que se muestra convencido de que se repetirá y les volverá a "limitar la oferta". "Tenemos que seguir trabajando para convencer a la gente de Barcelona que aquí seguimos teniendo cosas para descubrir".

Un contador gigante colgado en un edificio de la Rambla recuerda en números rojos los días de retraso (más de 1.800) que acumula la reforma desde que en 2016 se va aprobar el plán especial de ordenación de este espacio. Rabassa reconoce que no hay fecha para el inicio de las obras de transformación de la Rambla ni tampoco presupuesto para este año, pero apunta que será una prioridad de cara a 2022. 

Fermín Villar, por su parte, considera que el proyecto de reforma "sigue siendo bueno", pero lamenta no ver una "voluntad clara" de iniciar las obras y asegura que, comiencen cuando comiencen, "llegarán tarde". "Quien crea que se puede mejorar la ciudad olvidando la Rambla ni conoce ni entiende Barcelona". "La Rambla –advierte-, si no se hace nada, tiene vida propia".