El espacio público

Telefónica retirará la semana que viene 10 cabinas de la Rambla

Ciutat Vella pidió a la compañía que se llevara una decena de soportes que ya no funcionan

BARCELONA 22 04 2021 Cabina telefonica en la Rambla junto al Poliorama  de las pocas que quedan      FOTO  ALVARO MONGE

BARCELONA 22 04 2021 Cabina telefonica en la Rambla junto al Poliorama de las pocas que quedan FOTO ALVARO MONGE / ALVARO MONGE

Toni Sust

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La reforma de la Rambla sigue pendiente. El retorno de los turistas todavía está lejano. Pero algo cambiará en breve en la avenida más conocida de Barcelona. La semana que viene, 10 de las 22 cabinas telefónicas de la calle serán retiradas. Telefónica se llevará para siempre esos objetos que ya nadie usa y que, en el caso de las sentenciadas, ya no funcionan. Entre el lunes y el martes, si el calendario previsto no se tuerce, las cabinas serán liberadas de su anclaje. Lo habitual es que un camión grúa se ocupe de trasladarlas. Ese pavimento quedará liberado.

Es una operación que Amics de la Rambla reclama y espera desde hace años, y que se vio paralizada porque una ley obliga a mantener unas cuantas de las cabinas existentes: nueve. En la Rambla hay 22 soportes telefónicos con 36 aparatos. Apenas debe de quedar gente en la ciudad que no tenga un teléfono móvil, que ha sido para las cabinas lo que fue el meteorito para los dinosaurios. Sin embargo, los 12 soportes restantes seguirán allí.

Petición del distrito

Telefónica vio bien la retirada, que se ha ido retrasando. El distrito de Ciutat Vella formuló la petición de que se efectuara, con un listado concreto de cabinas que ya no eran aptas para su uso. Se trata de las que están en los números 3, 25, 40, 88, 91, 96, 107, 118, 115 y 138 de la Rambla. Todas son cabinas con dos teléfonos menos las de los números 3, 40 y 96, soportes simples. Ciutat Vella añadió un argumento propio de esta época para reforzar su petición: en tiempos de covid es positivo ganar espacio en la vía pública.

El distrito ha instado a la empresa a mantener los 12 soportes restantes porque funcionan, aunque, como el resto, están algo maltrechas: las pintadas y los destrozos son la norma. Ciutat Vella pide que sean objeto del mantenimiento necesario. El paso siguiente será que las que sobreviven recuperen el esplendor relativo que un día tuvieron. Porque no es que sean elementos que la ciudadanía considere especialmente bonitos. Las cabinas de la Rambla ya no son las antiguas: no permiten resguardarse de la lluvia. No son lo suficientemente modernas para ser vistas como un elemento funcional con futuro, pero no son lo suficientemente viejas para que los turistas, cuando regresen, las visiten saliendo o entrando de la Boqueria.

Esperando la reforma

Las cabinas esperan su adiós desde que se aprobó un plan de ordenamiento en 2016. Iban a ser retiradas cuando llegara la reforma de la avenida, pero esta todavía no tiene fecha. Amics de la Rambla ha subrayado la necesidad de que fueran eliminadas en varios informes, el último en noviembre pasado, en el que también criticó la permanencia de otros elementos molestos o en mal estado. 

El texto denunciaba que el 60% de las piezas del pavimento del paseo central están en mal estado, así como varias fuentes. También faltan tapas de contadores de la luz, hay tapas de servicios rotas, alcorques vacíos y tramos de acera que necesitan una actuación urgente por su deterioro, según el informe.

El presidente de Amics de la Rambla, Fermín Villar, celebra la retirada, aunque le sabe un tanto a poco: “Una cabina que ocupa un metro cuadrado de espacio, que no se utiliza, sobra, al margen de lo que diga la ley. Nadie las usa. Son cachivaches instalados en medio del espacio público, que dentro de un año volverá a ser preciadísimo para el paseo”. La entidad aplaude que se retire una decena pero quiere que todas desparezcan de la avenida.

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