Urbanismo patrimonial

Barcelona convierte en peatonal el característico pasaje de Antoni Gassol

La calle del barrio de Sant Martí de Provençals es un conjunto histórico protegido con casas de planta baja, azotea y patio interior

El nuevo aspecto del pasaje de Antoni Gassol  convertido en calle peatonal.

El nuevo aspecto del pasaje de Antoni Gassol convertido en calle peatonal.

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mide 122 metros de longitud pero sus laterales están trufados de pequeñas viviendas de planta baja, azotea y patio interior, con portales flanqueados con ventanales de rejas forjadas. Estéticamente, las casas responden a las líneas básicas del modernismo más popular. Se levantaron entre 1911 y 1929 y llevan la firma de Manuel Puig Janer, arquitecto municipal de L’Hospitalet de Llobregat, con muchas obras desaparecidas en el municipio y otras aún en pie, como la Iglesia de Santa Eulàlia de Mèrida o la restauración de la ermita de Santa Maria de Bellvitge tras la guerra civil. Poco construyó en Barcelona, pero en su haber figuran, entre otros, la iglesia de Sant Gaietà y las mencionadas casas, conjunto histórico con protección local. Más protegido ahora si cabe, pues el ayuntamiento lo ha pacificado. Vamos, que ha sacado los coches de la estrecha vía y se lo ha devuelto a los peatones. 

El conjunto forma un pasaje, el de Antoni Gassol, y entrar en él es un viaje al pasado de Sant Martí de Provençals, el barrio donde se ubica, entre las calles de Espronceda y Bac de Roda. Han desaparecido los coches, los estacionados y los que circulaban, y el pavimento se ha unificado: adoquines de hormigón prefabricado todos situados al mismo nivel, con todo el espacio para los viandantes pero con la garantía de accesibilidad a los vehículos de emergencia y de servicios. La intervención, además, genera una conexión natural y sencilla entre dos espacios verdes: el parque del Clot de la Mel y la plaza de la Infància creando así un nuevo eje pacificado.

La reforma, que empezó en julio de 2020 y ha finalizado ahora, ha permitido enterrar todo el cableado eléctrico, no ha pasado lo mismo con el de telefonía, que sigue colgando en las fachadas pero con la canalización hecha para el día que se decida enterrarlo. Queda pendiente incorporar un elemento de memoria histórica:  una placa metálica que permitirá acceder vía web al pasado de este característico pasaje que debe su nombre a su antiguo propietario: Antoni Gassol Civit. Este, un indiano que hizo fortuna en Cuba con el negocio textil, invirtió a su vuelta en fábricas de géneros de punto. Y en 1918 compró los terrenos donde ahora se levanta el pasaje.