Una campaña con actores y presentadores tratará de animar el consumo en la hostelería catalana

Numerosos rostros populares de la tele y el cine ya dieron la cara por la hostelería de Barcelona en los tiempos no tan lejanos en que la alcaldesa Colau recortó terrazas con mano dura, así que ahora no han dudado en sumarse a la nueva causa de los bares y restaurantes, tan castigados por la pandemia. Una campaña integrada por siete espots, tantos como parejas de rodaje, intentará animar a la ciudadanía para que consuman en bares y restaurantes esta Navidad. Especialmente para que celebren sus encuentros familiares en estos negocios, que han demostrado en la gran mayoría de casos ofrecer garantías sanitarias para reuniones seguras, asegura el Gremi de Restauració de Barcelona.

La iniciativa de la patronal cuenta con la participación del Departament d'Empresa de la Generalitat, aunque este miércoles el 'conseller' Ramon Tremosa ha sido baja -por "motivos de agenda"- en la presentación, fomentando así los temores de que se esté gestando una marcha atrás en las medidas previstas para la Navidad en Catalunya. Precisamente, el gremio reivindica todo lo contrario: pide mesas de hasta 10 personas también en los establecimientos, y no solo en los domicilios. El sector cree demostrado que sus negocios son "seguros" (salvo excepciones) en el cumplimiento de distancias, aforos y demás protocolos anticontagio. Por ello, su director, Roger Pallarols, ha apelado al vínculo de la población con la hostelería para pedir que celebren en establecimientos públicos sus reuniones familiares y colaboren con un colectivo que arrastra una débil situación económica tras semanas de cierres y restricciones horarias y de afluencia.

Las parejas de bailes en la campaña 'Reserva moments, i aquest Nadal encara més', van de Lidia Heredia y Josep Cuní, a Loles León y Itziar Castro, pasando por Mònica Terribas y Jordi Basté. Gemma Nierga y Xavier Sardà, Leticia Dolera y Núria Gago, Juanjo Puigcorbé y Carme Balagué o Anna Maria Barbany y Jordi Sánchez, quienes se reencuentran a la mesa 20 años después de 'Plats bruts'.

Sus diálogos son un alegato a los bares y restaurantes como lugares de disfrute gastronómico, charlas y reencuentros, o como escenarios idóneos para el que no quiere cocinar estas fiestas, o para el que se solidariza con los restauradores cuya supervivencia puede depender de la facturación de diciembre.