BARCELONAS

Actores en lugar de turistas

El centenario y lujoso Hotel Palace, cerrado temporalmente por falta de viajeros, se ha convertido en objeto de deseo para el rodaje de series, anuncios y películas

zentauroepp55520134 palace201118130423

zentauroepp55520134 palace201118130423 / periodico

Patricia Castán

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«¡Acción!». Y más acción. Desde hace meses, con Barcelona desierta de turistas, ni una maleta cruza la alfombra roja del Hotel Palace. Pero eso no equivale a inactividad en el centenario alojamiento de lujo del Eixample. El cinco estrellas no pudo reabrir tras el confinamiento de primavera porque en ausencia de viajeros de alto standing era inviable poner en marcha semejante maquinaria de personal y servicios. Pero ese cerrojazo forzoso lo reconvirtió inesperadamente en un plató hiperdemandado. Los rodajes habitualmente complejos o imposibles entre el trajín de huéspedes de repente hallaron encaje en sus salones, suites o imponente vestíbulo.

La «acción» les llegó por los cuatro costados: espots de televisión, películas, series de Netflix, reportajes fotográficos para  primeras marcas... Todos se pirran por un decorado real que despliega glamur, historia local, arte, pompa, terciopelo y hasta cierta nostalgia. Porque la capital catalana suma 41 establecimientos de cinco estrellas (21 de ellos de gran lujo), pero ninguno con esa  imponente arquitectura y decoración clásica, afrancesada (no en vano antes fue Ritz), plagada de elementos de estilo Luis XV y piezas únicas. En ese sentido al Palace cabe reconocerle una meritoria reciente reforma, que borró todo rastro de naftalina o decadencia sin robarle su esencia, pero aupando confort y tecnología hasta el siglo XXI.

Lo saben los localizadores profesionales que por boca-oreja han relevado con actores a los turistas ausentes. Con una habitual alta ocupación, antes de la era covid-19 solo eran posibles sesiones limitadas a un espacio o una discreta jornada. Pero la cancelación del congreso mundial de telefonía móvil, que vació hoteles, abrió la veda. Empezó con el rodaje de Loco por ella (de Daniel de la Orden), película a la que seguirían ya en fase de desconfinamiento una nueva temporada de una serie de Netflix por estrenar (bajo secreto de sumario), el emotivo anuncio de Bankinter, el de Anna de Codorniu con Amaia Salamanca, shootings fotográficos para Desigual, Aware Barcelona, Born Rosé..., o la película Espejo, Espejo (de Marc Crehuet), entre otras. En el horizonte, un anuncio de ginebra, otra serie..., y más proyectos hasta que el hotel no vuelva a ser de nuevo un hotel. O sea, al menos durante unos pocos meses más hasta que haya viajeros internacionales.

En la nueva y rara realidad, los hasta 150 integrantes integran algún rodaje llenan de vida, focos y cámaras parte del establecimiento, pero no su corazón: las 120 habitaciones cerradas desde marzo. La nueva etapa audiovisual inyecta ingresos, pero no evita que su amplia plantilla siga hibernando, por lo que la intención del Palace es retomar toda actividad colateral al alojamiento tan pronto se inicie en unos dís la nueva desescalada.   

Ya lo hicieron en verano, llenando su azotea-jardín de barceloneses hambrientos de cine, yoga o cenas a la fresca. Para estas semanas, preparan Christmas Cinema, un mercado navideño a la fresca, coctelería en el Winter Garden y restauración temática inspirada en la Selva Negra, con vistas de altura. Mucha más acción, si el virus da una tregua. 

Cien años alojando a celebridades de amplio espectro

Por antigüedad y categoría, el hotel de la Gran Via, inaugurado en 1919, atesora la mayor lista de huéspedes ilustres (de amplio espectro) de la ciudad: Dalí, Miró, Sofía Loren, Frank Sinatra, Maria Callas, Eva Perón, Woody Allen, Rolling Stones, Josep Pla, políticos y reyes... Pero también vivió otras vidas al son de la historia, como refugio antiaéreo y comedor social (1936).

Suscríbete para seguir leyendo