'Tour de force' republicano

Así de entrada, con una votación más estética (o sea, política) que vinculante o efectiva en su resultado. El pleno extraordinario sobre la monarquía que este jueves celebrará el Ayuntamiento de Barcelona tiene mucho que ver con quién luce más galones de republicano en el hemiciclo municipal y, de paso, poner en un brete al gobierno local. Más concretamente, a Ada Colau.

La alcaldesa empezó su primer mandato con una cruzada contra los símbolos borbónicos –primero retirando el busto del rey emérito del salón de plenos y luego cambiándole el nombre de Reina Regente María Cristina por el de Carles Pi i Sunyer–. Ahora sobre la mesa, en la propuesta presentada conjuntamente por ERC y JxCat tiene (además de retirar la medalla de oro del ayuntamiento a Juan Carlos I, algo que no debe causarle el menor dolor de muelas a Colau) el ser o no ser de la reprobación del Gobierno de España –feo siendo socios en tal menester–, y la tesitura de ponerse de cara o de perfil en el reafirmarse en el derecho de la autodeterminación de Catalunya. Punto con el que acaba la propuesta independentista, y punto que levanta ampollas en parte de su electorado. Y así las cosas, de su voto dependerá el color de la votación del pleno.

El cuello rebanado de Luis XVI

Pues con el PSC que no cuenten. Su no es rotundo, apuntan desde el partido. El resto de grupos no dan para sorpresas –PP, Ciutadans y Barcelona pel Canvi están en contra, de hecho están en contra hasta del propio pleno–, pero el partido de Valls sí da para un chascarrillo. No deja de ser gracioso que el más claramente republicano de todos los concejales, ni que sea por aquello de haber sido primer ministro de la República por antonomasia, la francesa, la misma que rebanó el cuello a un rey Borbón (Luis XVI, en 1793), se vea obligado a votar a favor de la monarquía (o evitar su reprobación).

El tema se está negociando con Barcelona en Comú, que es lo mismo que decir que se está intentando llegar a un acuerdo. Y de este depende que la propuesta prospere o no. Pero lo dicho, lo de mañana no es más que agua de borrajas.

En 1930, pocos y minoritarios

Aunque la historia es caprichosa y nunca se sabe qué camino tomará. He aquí el Pacto de San Sebastián. Efeméride poco relacionada con el debate de mañana pero de la que ahora se cumplen 90 años y apetece recordar. El 17 de agosto de 1930 republicanos españoles, catalanes y gallegos acordaron, en la ciudad guipuzcoana, finiquitar la monarquía de Alfonso XIII y poner el problema catalán sobre la mesa. Eran pocos y minoritarios, y no contaron, de inicio, con el apoyo del PSOE. Pero lo dicho, la historia tiene sus cosas, de manera que al poco, el 12 de abril de 1930, las elecciones municipales fueron republicanas. Y el 14 de abril se proclamó la República. El agua no tenía tantas borrajas.