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Barcelona salda el verano con siete incendios forestales

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zentauroepp47026303 barcelona 15 02 2019 barcelona la torre collserola y el t200819203712 / JORDI COTRINA

Natàlia Farré

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De “muy ligera” y “poco significativa”. Así califica Sebastià Massagué, director de Bombers de Barcelona la actual campaña forestal en las zonas verdes de Barcelona. En lo que va de estío ha habido siete incendios, tres en el parque de Collserola y otros cuatro entre Montjuïc y el Guinardó, lo que ha supuesto la quema global de unos tres mil metros cuadrados de masa forestal. Unas cifras muy similares a las del año pasado en la que nueve fuegos afectaron 0’18 hectáreas. La ausencia de llamas en el monte está directamente relacionada con dos factores: la buena climatología y la prevención.

Bombers de Barcelona inició la campaña en Collserola a mediados de mayo –acabará a medidados de septiembre– con la activación del parque provisional que anualmente se instala en Vallvidrera para tener un acceso más rápido al parque en caso de contingencia, en su apoyo permanecen de  guardia los cuarteles de Vall d’Hebron, de Llevant y Sant Andreu. Los equipos recorren diariamente diferentes partes de las casi 1.800 hectáreas de superficie de Collserola que pertenecen a Barcelona y que están repartidas entre los distritos de Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Nou Barris. El resto del parque es competencia de los Bombers de la Generalitat, aunque existe coordinación entre los dos cuerpos. 

23 prealertas activadas

En total este verano se han recibido 16 avisos y se han activado 23 prealertas meteorológicas, alarmas que se disparan en base a factores climáticos: temperatura, viento y humedad. Cuando dos de estas tres variables superan ciertos valores durante 10 minutos: 27 grados en el caso de la temperatura, 18 kilómetros por hora si se trata del viento y una humedad inferior al 50%, los bomberos ocupan Collserola por precaución. Si se disparan las tres variables climáticas, el despliegue es mayor.

Los últimos años los incendios forestales en Collserola se describen “en términos de bonanza y de poca incidencia”, a juicio de Massagué. De hecho, el último gran fuego en el parque data de 1994, pero ello no implica bajar la guardia, todo lo contario, no en vano los expertos hablan de la llamada “tasa de retorno”, es decir, “una incidencia en el medio natural tiene tendencia a reproducirse”. Para evitarlo Bombers de Barcelona no solo hacen prevención durante todo el año sino que tienen clara la necesidad de “estudiar los grandes incendios”, y para ello están a punto de “participar en algún consorcio de nivel europeo”, afirma el director del cuerpo.