PREVENCIÓN

Cada año mueren 150 personas en Barcelona a causa del calor

El ayuntamiento refuerza su habitual plan de emergencia en el año del coronavirus

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Toni Sust

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La alerta por ola de calor se activa cuando la temperatura supera los 33,6 grados tres días seguidos. Eso es algo que en Barcelona sucedía hasta ahora una vez cada cinco años, aproximadamente. Pero a estas alturas se registra una ola de calor casi cada verano. “Y podrían ser de dos a cuatro cada años, además de que serán más intensas”. Así lo ha explicado este miércoles, alertando sobre el futuro inmediato, el concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que ha comparecido junto con la teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laura Pérez, para explicar las medida que el consistorio prevé para el caso de que el termómetro se dispare.

En Barcelona, de 1992 al 2015, murieron 3.700 por motivos vinculados con el calor extremo, lo que supone cerca de 150 fallecimientos al año. Si la previsión de Badia se cumple, la cifra se incrementará significativamente en el futuro. Se trata de una amenaza que cobra fuerza como más mayor es la persona afectada. 

Desde el 2007

El plan del consistorio para paliar los efectos del calor extremo, que funciona de forma preventiva entre el 1 de junio y el 15 de septiembre, existe desde el 2007 y este año lo contempla con especial atención por el contexto de la crisis sanitaria del coronavirus, que también ha supuesto una amenaza especialmente dañina a la población de mayor edad. 

El consistorio advierte de que la covid-19 complica el impacto de una posible ola de calor por dos motivos. Uno es de lógica: con todos los recursos volcados en el frente del coronavirus se hace más complicado prestar atención a las personas vulnerables. El segundo es que tanto en el caso del calor como en el de la covid-19 existen factores de riesgo compartidos: la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las enfermedades renales, entre otros.

En el caso de que el plan se active en su fase de peligro, la Agència de Salut Pública de Barcelona hace un seguimiento de los casos en los que se dan golpes de calor y activa un operativo para las personas vulnerables de la mano de los servicios sociales municipales, con un operativo en la calle que coordina el Centre d’Urgències i Emergències Socials de Barcelona (CUESB). 

En los casos de más calor se prevé que la gente que integra el grupo de riesgo no salga a la calle, y para ello se les entrega comida a domicilio. También está prevista la entrega de aparatos de climatización e incluso el ingreso de algunas personas en centros que cuentan con la climatización necesaria. Este verano, por un acuerdo con la Creu Roja, se distribuirán 500 gorras y 300 cantimploras.

La piscina de la Creueta del Coll

El servicio de teleasistencia del consistorio se empleará para advertir a sus 100.000 usuarios del riesgo del calor y se ofrecerá información en los puntos de asesoramiento energético con recomendaciones de actuación en casa. También se pone un teléfono a disposición de los ciudadanos que quieran hacer consultas: 930008054. El ayuntamiento subraya que unos 50 equipamientos funcionarán como posibles refugios climáticos: bibliotecas, parques y jardines, espacios de educación ambiental, museos y centros deportivos.

Entre otros espacios recomendables, destaca la piscina del parque de la Creueta del Coll, en Gràcia, reabierta después de unas laboriosas obras realizadas para evitar filtraciones de agua que la han mantenido dos veranos fuera de funcionamiento.