nueva normalidad en la Ciutadella

El Zoo de Barcelona reabre pero reduce su aforo un 50%

El recinto, cerrado desde el 14 de marzo, recupera los 'casals d'estiu' con 500 menores de 16 años inscritos

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El Zoo de Barcelona ha reabierto sus puertas este jueves, después de permanecer cerrado desde el pasado 14 de marzo, cuando el Gobierno decretó el estado de alarma. La reapertura al público no implica, sin embargo, que la actividad del recinto vuelva a su ritmo anterior a la pandemia. Los responsables del parque zoológico han decidido reducir un 50% el aforo máximo permitido por razones de seguridad. El uso de mascarillas para prevenir el contagio del covid-19 será obligatorio en el caso de que en alguna parte de la visita no sea posible mantener la distancia mínima de dos metros entre personas. Es decir, para acceder al parque será necesario disponer de mascarilla por si hay que usarla.

Dentro de la llamada nueva etapa de normalidad, la dirección del parque zoológico ha iniciado el proceso para obtener el Global Safe Site y el Safe Tourism Certified, dos sellos oficiales que garantizan que un recinto cumple con los máximos protocolos de seguridad para evitar la propagación de la pandemia. A la espera de esos certificados, el zoo ha instalado en distintas zonas dispensadores de gel hidroalcohólico, ha instalado paneles informativos sobre las precauciones necesarias que se deben tomar y ha organizado una serie puntos móviles de restauración para evitar las concentraciones de visitantes en los existentes antes de la pandemia.

La reapertura del Zoo de Barcelona ha permitido también retomar los tradicionales ‘casals d’estiu’, que se llevarán a cabo entre el 29 de junio y el 10 de septiembre, y a los que, según la nota de prensa del parque, se han inscrito más de 500 menores de 16 años, edad máxima permitida para acceder a ellos.

Programas solidarios

Una de las consecuencias negativas de la pandemia ha sido que quedaron interrumpidos los programas de solidaridad del zoo, como por ejemplo el destinados organizar visitas para niños que sufren enfermedades o discapacidades graves. Este es un proyecto que se realiza de forma conjunta con los hospitales y fundaciones del área metropolitana. El propósito es reprogramar siempre que sea posible todas las visitas de este tipo que quedaron anuladas por el covid-19.

Durante las fases más duras de la pandemia, los trabajadores del zoo se organizaron en dos equipos sin contacto entre ellos para evitar que un posible contagio y su consecuente cuarentena dejara sin atención a los animales. No se dio finalmente esa circunstancia y, salvo por la ausencia de público, la actividad en el recinto animalista de la Ciutadella continuó de forma normal. La pandemia coincidió en su fase más dura con la época del año en que se registra un mayor número de partos, en ocasiones de especies con las que trabaja el zoo para proceder algún día a su reintroducción en sus hábitats originales. Así sucedió, por ejemplo, con el alumbramiento de una cría de oryx blanco, animal extinto en el Sahel, de donde es originario, y donde se pretende que vuelva a vivir en libertad.