Las terrazas de Barcelona podrán ganar un espacio extra con 4 mesas

El esperadísimo regreso de las terrazas a las calles de Barcelona, previsto para el próximo lunes si se autoriza la fase 1 de desescalada, posiblemente sea decepcionante para los clientes porque a muchos pequeños empresarios no les compensará levantar la persiana por el momento. Aunque la buena noticia es que hacia mitad de junio la oferta irá mejorando sustancialmente por por medio de la ampliación provisional de espacios autorizados para tomar algo a la fresca decretada por el ayuntamiento. De hecho, en esos metros cuadrados extra podrán ganarse hasta cuatro mesas con cuatro sillas por establecimiento (incluso seis excepcionalmente) para compensar el recorte del aforo en el perímetro habitual que tenía destinado cada terraza. 

El próximo día 25 se espera que todos los veladores puedan abrir al 50% de su capacidad, como marca el Estado, para garantizar distancias de seguridad sanitaria. No obstante, el consistorio barcelonés ha querido incentivar la actividad económica agregando espacio extra de forma temporal para todos los operadores que lo demanden, aunque estas tramitaciones se iniciarán el mismo lunes con la previsión de darles respuesta antes de 15 días.

El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, ha asegurado hoy miércoles que el ayuntamiento ha puesto toda la carne en el asador para reactivar la actividad económica a pie de calle de la ciudad, asumiendo un coste de 11 millones de euros. De estos, cinco son los que se dejan de ingresar al anular las tasas de ocupación de la vía pública durante el estado de alarma y reducirlas un 75% para el resto del año, hasta diciembre. Los otros seis se destinan a dotar de recursos a la maquinaria municipal para poder encarrilar el alud de peticiones de terrazas que sin duda se avecina. 

El ayuntamiento asegura que con la medida provisional el 93% de negocios gozarán del mismo aforo o superior al que ya tenían en sus veladores

Con ese fin se ha creado un equipo que incluye a responsa bles de Paisaje Urbano, Guardia Urbana, Comercio, Barcelona Activa, Salud Pública, distritos..., así como a 16 técnicos y 11 administrativos que sin duda tendrán que trabajar a destajo. Y es que a los 5.500 bares, restaurantes y locales de degustación que actualmente tienen licencia de terraza y por tanto pueden pedir espacio añadido, habrá que sumar los que no la tenían y también pueden solicitarla. 

Cuestión de plazos

Las posibles demoras son la principal queja del Gremi de Restauració y de las patronales de comercio Barcelona Oberta y Barcelona Comerç, que ayer replicaron que la fórmula es muy compleja y dejará durante varias semanas a los operadores sin esas ansiadas mesas de más. Las patronales pretendían que la ampliación se realizase solo con mediante un comunicado y en las aceras para ir más rápido, en lugar de la tramitación que ha decidido el ayuntamiento. 

Los afectados ven el vaso medio vacío porque el 75% de las terrazas de la ciudad cuentan con menos de cuatro mesas, de manera que el lunes si deciden abrir tendrán una oferta pírrica de una o dos mesas, que hace inviable su rentabilidad, critica el Gremi de Restauració. En cambio, la segunda teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, enfatiza que todas estas podrán ganar hasta cuatro nuevas mesas en cuestión de un par de semanas, lo que les dará más aforo (temporal) del que tenían antes de la pandemia.

De ese modo, calcula que un 93% de veladores podrán mantener o aumentar la capacidad previa al confinamiento. El área a añadir dependerá de la calle y situación de cada negocio, porque el ayuntamiento tiene claro que debe incorporarse por la calzada y no en las aceras,  «para cumplir con las distancias de seguridad de los peatones».

Pero robar espacio al coche no será fácil. La idea es hacerlo sobre todo a costa de plazas de aparcamiento. Si hay que invadir un carril de circulación, deberán coordinarse los diversos operadores de un mismo tramo para que el consistorio readapte (si es posible) la circulación. Y no se podrán invadir carriles bici ni de bus, ni afectar el acceso a párkings, equipamientos o comercios donde haya que hacer cola. En plazas y ramblas, en ningún caso se podrá sobrepasar la línea roja de un 50% del espacio libre para el peatón o el disfrute ciudadano, insisten. 

El operativo promete ser complejo y a la carta, aunque Sanz garantiza que habrá agilidad en todos los trámites (excepcionales y «sin los derechos y obligaciones de una licencia», con validez hasta diciembre), y Collboni ofrece flexibilidad para dar soluciones que faciliten la supervivencia a los negocios, sea contemplando ganar aceras en situaciones que no posibiliten otra opción, o incluso llegando a dotar de seis mesas a los casos que por espacio lo permitan, siempre que sean en calzada y con la distancia mínima de dos metros de separación. El horario será el habitual.

Esa filosofía de ampliación del espacio público con fines de promoción económica se aplicará también al comercio de proximidad, al que se dará facilidades para sacar su actividad a la calle con puestos de venta los fines de semana, u otras actividades promocionales, y también con las tasas rebajadas. 

Consenso político

El ayuntamiento, que debe ratificar las medidas en el próximo pleno pero dice contar con consenso previo con grupos de la oposición, ha pensado incluso en los establecimientos situados en calles estrechas y sin capacidad para instalar veladores. A estos se les permitirá abrir barras u otras estructuras a la calle para poder generar negocio, si son compatibles con el paso de invidentes u otros colectivos con discapacidades físicas,según ha detallado la edil.

El consistorio tramitará todas las peticiones con urgencia desde el lunes por vía telemática, por teléfono (una línea 900 de Barcelona Activa que, según las patronales, ya está saturada para otros trámites) y un punto de atención  presencial en la Oficina de Atención a las Empresas (OAE) de Barcelona Activa (calle de Roc Boronat, 117).