TRAS LOS DISTURBIOS

La reposición de contenedores deja Urquinaona para el final

Los operarios de limpieza comienzan a recolocar los depósitos en la zonas menos céntricas de Eixample, Gràcia y Ciutat Vella

Operarios del Ayuntamiento colocan nuevos contenedores en la calle de Roger de Flor

Operarios del Ayuntamiento colocan nuevos contenedores en la calle de Roger de Flor / MANU MITRU

Luis Benavides

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El corazón de Barcelona comienza a recuperar la normalidad después de los disturbios del pasado mes de octubre en Barcelona, cuando el consistorio contabilizó un millar de contenedores destrozados por los manifestantes más violentos. El equipo de limpieza del Ayuntamiento ha comenzado a reponer estos depósitos de manera gradual. En total, colocarán  1.160 unidades, a razón de 50 diarios. Los vecinos y establecimientos de Urquinaona, Laietana y Jardinets de Gràcia serán los que tendrán que esperar un poco más.

El concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, calcula que sobre el 22 de noviembre ya se habrán colocado 700 unidades, que representan el 60% del total. “Ya hemos comenzado con la reposición paulatina de los contenedores, de acuerdo con los Mossos d’Esquadra, por las zonas menos céntricas del Eixample, Gràcia y Ciutat Vella, aquellas que no sufrieron los principales incidentes”, ha explicado el concejal, quien también ha recordado que el consistorio tomó la decisión de retirar unos 116 de manera preventiva para que no fueran pasto de las llamas.

La policía autonómica todavía desaconseja colocar los 460 contenedores que desaparecieron de las zonas centrales del Eixample, Jardinets de Gràcia y los entornos de la Ciutadella, cuya reposición quedará para la segunda fase. “Estamos todavía en una fase de movilizaciones, de hecho se ha vuelto a quemar alguno, por lo que iremos con cautela”, ha puntualizado Badia, que espera que poco a poco las vías recuperen su aspecto habitual y los vecinos y comerciantes puedan  disponer de contenedores.  En este sentido, el concejal ha agradecido la colaboración de la ciudadanía y de los servicios de limpieza, que han hecho horas extras. “Hemos visto a vecinos defendiendo contenedores, que es algo que no se suele ver”, ha subrayado.

Factura millonaria

Badia ha cuantificado el coste de la reposición de los contenedores en 1,5 millones de euros y, en un encuentro con periodistas, ha descartado buscar modelos ignífugos. Se trata, ha dicho, “de avanzar hacia nuevas tecnologías, contenedores inteligentes, y el puerta a puerta”; porque el mejor antídoto contra el vandalismo es “trabajar en civismo y educación”. 

Durante los disturbios de octubre algunos activistas también dañaron 358 cubos de basura y 180 papeleras, según recoge el inventario del consistorio. La factura aumenta con la pavimentación de unos 6.400 metros cuadrados que sufrieron por los efectos del fuego, sobre todo en la calzada, y la reparación o sustitución de otros elementos como marquesinas de autobuses, farolas, cuadros eléctricos, parquímetros, señales de tráfico, árboles, jardineras y una estación de Bicing, entre otros. En total, el coste de los desperfectos materiales tras los disturbios superan los 3,1 millones de euros. Esto sin contar las horas extras del personal municipal, especialmente el de las brigadas de limpieza, que cada noche salieron tras la batalla campal a devolver la normalidad en el espacio público.