Razwana Wahid: "Barcelona es vibrante y cosmopolita"

Razwana Wahid, de 38 años, nacida en Inglaterra y de origen paquistaní, es presidenta de la empresa PWN Barcelona, que trabaja para concienciar sobre la necesidad un liderazgo de género equilibrado, y Diverse Community Engineer de Relentless Movememt, para formar a empresarios en la gestión eficaz de su equipo. Decidió venir a Barcelona hace poco más de dos años para buscar una nueva experiencia después de vivir cinco años en París y tres en Londres. 

¿Por qué escogió Barcelona?

Después de vivir durante años en dos grandes ciudades europeas, me di cuenta de que mi futuro no estaba en París y entre diversas opciones, escogí Barcelona por su magnífica ubicación y sus múltiples conexiones con otras ciudades, lo que me permite estar cerca de mi familia. Nada más llegar aquí supe que había tomado una buena decisión: la ciudad es vibrante y cosmopolita, la calidad de vida es inmejorable, y aunque sea una ciudad grande, tiene espacios verdes muy cera y de forma muy accesible. 

¿Qué destacaría como positivo?

Barcelona tiene muchísimas cosas positivas. Una de ellas es, sin duda, la posibilidad de networking que ofrece. Es muy fácil entablar conexiones profesionales. La gente está dispuesta a ayudarte y a conocer más sobre tu trayectoria profesional y tu negocio. Además, las múltiples conexiones y el buen funcionamiento del trasporte público te permiten estar fácilmente conectada con la ciudad y el mundo. También la innovación es un aspecto que brilla en esta ciudad. Asociaciones como Barcelona Global ayudan a fomentar y poner en valor el emprendimiento. En cambio, un aspecto que debería mejorar es la seguridad. Mucha gente se plantea si Barcelona es una ciudad segura. Cuando vives aquí te das cuenta de que sí, pero creo que hay que mejorar la reputación de la ciudad para que la gente que quiera venir también tenga esta sensación de bienestar. 

¿Cómo es emprender en Barcelona? 

Está claro que empezar de cero siempre es difícil pero, aunque este cambio supusiese un riesgo para mi negocio, tuve claro que Barcelona era una buena opción. La gente está dispuesta a ayudarte y eso se nota. Yo tuve la suerte de contar con el apoyo de profesionales que me ayudaron con todos los aspectos burocráticos. En comparación con París o Londres, Barcelona debe mejorar con ayudas económicas y fiscales, ya que la burocracia y la fiscalidad pueden suponer un obstáculo a la hora de emprender. Si te planteas empezar tu propio negocio, no es coherente pagar una tasa de autónomos tan alta, debería ser proporcional al salario. 

¿Y qué hay de la diversidad?

Yo trabajo en este sector y Barcelona me parece muy peculiar en este ámbito. Es una paradoja. Aunque es una ciudad cosmopolita y diversa, esto no se ve relejado en las empresas. En general, la actitud de la ciudad en cuanto a la diversidad profesional va 20 años por detrás de ciudades como París o Londres. La consultoría en este sector resulta especialmente difícil, ya que la igualdad y la diversidad no se dan por sentadas. La parte positiva es que se está tomando consciencia de este hecho y está cambiando progresivamente. Esto es gracias a que Barcelona es dinámica y los cambios suceden rápido. No sólo en el sector en el que yo trabajo, sino en todos. La innovación tecnológica, el ecosistema startup y la atracción de talento están teniendo un efecto muy importante y positivo en la ciudad y esto se refleja en la internacionalización de las empresas.  

¿Qué consejo le daría a Barcelona?

El turismo es un arma de doble filo: permite que la ciudad esté en constante movimiento, pero hay que encontrar el balance entre la calidad y la cantidad. 

¿Recomendaría Barcelona a alguien que se esté planteándo venir?

Sin duda alguna. Eso sí, Barcelona es una ciudad multicultural y diversa y necesita gente con estas cualidades. La gente con la mente abierta y dispuesta a conocer y respetar la ciudad es la que la enriquece.