ERC denuncia que peligra la unidad contra la trata que Colau creó en el 2016

Alamany advierte de que el servicio corre el riesgo de que tener que cerrar en agosto durante las vacaciones por falta de personal

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Toni Sust

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El grupo municipal de ERC en Barcelona ha denunciado este martes que el ayuntamiento está dejando en precario la Unidad Municipal contra la Trata de Seres Humanos (UTEH), creada en el 2016 como una prueba piloto, con 109 expedientes, y consolidada en el 2018, según los republicanos de forma prematura y sin la valoración previa necesaria. En la actualidad, el organismo gestiona 236 expedientes.

Atendiendo a denuncias sindicales, de la Intersindical CSC, de UGT y CGT, ERC alerta sobre posibles irregularidades contractuales. La plantilla constaba de dos funcionarias y tres personas externas contratadas: un jurista, una educadora social y una psicóloga. Según denuncian los republicanos, la educadora social ya no trabaja en el servicio porque no le pueden renovar el contrato.

Agosto complicado

El grupo sostiene que con el personal disponible la UTEH tiene problemas para desempeñar sus funciones por lo que se considera probable que en agosto deba cerrar sus puertas durante el mes de vacaciones.

La número dos de los republicanos, Elisenda Alamany, ha criticado este martes la situación, y ha recordado casos de prostitución forzada que considera suficientemente graves como para mantener un servicio como el de la UTEH. En mensajes en la red social Twitter, Alamany ha afirmado que la UTEH está “en riesgo” y ha advertido de que son necesarias “medidas urgentes” para que esté abierto en agosto: “Es una cuestión de derechos humanos”.

“La gran mayoría de la prostitución actual es forzada. Barcelona tiene que estar a la altura de la defensa de los derechos humanos. Exigimos un proyecto de futuro para la UTEH”, ha escrito también Alamany.

Abolicionismo y regulacionismo

La prostitución es uno de los puntos sobre los que los dos partidos que gobernarán juntos Barcelona hasta el 2023, Barcelona en Comú y el PSC, han discrepado considerablemente. Los ‘comuns’ se han mostrado partidarios del regulacionismo, ofrecer una cobertura legal a la prostitución. Los socialistas están más cerca del abolicionismo, la doctrina que contempla el fenómeno como una práctica a combatir para frenar los abusos que reciben las prostitutas.