APERTURA EN SEMANA SANTA

Resucitada una de las primeras obras de Gaudí

La cascada de la Casa Vicens, destruida en 1945, vuelve a la vida en el Museu de les Aigües de Cornellà

La reproducción de la cascada, en el Museu de les Aigües de Cornellà. / periodico

Gisela Macedo

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Cuando pensamos en Antoni Gaudí, nos vienen a la mente construcciones como la Sagrada Família, la Casa Batlló o la Pedrera. Pocos se imaginarían que una de sus primeras obras fue una fuente y que, además, no tenía nada que ver con el modernismo. Dicha fuente, que fue derruida en los años 40 del siglo pasado, ahora ha sido reconstruida en el jardín del Museu de les Aigües de Cornellà de Llobregat y se abrirá al público en Semana Santa.

Se trata de una reproducción fidedigna y a escala real de la desaparecida cascada que Gaudí construyó para el jardín de la Casa Vicens, hoy Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco. Este edificio fue la primera obra del arquitecto en Barcelona y era la casa de veraneo de la adinerada familia Vicens, que vivía en el Paseo de Gracia y, durante el período estival, se trasladaba en la Vila de Gràcia para pasar las vacaciones. La reconstrucción de la cascada se ha realizado con las mismas técnicas y materiales que se utilizaron originalmente. De hecho, los tochos usados se han fabricado de manera artesanal, uno a uno, tal y como se hacía en la época.

“Gaudí tenía un tratamiento de los materiales muy artesanal, por lo que ha sido necesario encontrar a unos arquitectos y paletas “de la vieja escuela” que conocieran la obra de Gaudí y así lo hicimos; contamos con la ayuda de profesionales que han trabajado en las restauraciones de la Cripta de la Colonia Güell”, ha explicado Daniel Giralt-Miracle, historiador y crítico especialista en Gaudí, en una atención a los medios.

60 años de vida

La cascada se derribó en 1945, 60 años después de su construcción en 1885, a causa de una ola de especulación de los terrenos en los que vivía la familia Vicens, que ya no era tan rica. Dividieron en tres parcelas el jardín de la casa para venderlas. “Entonces, lo primero que cayó fue la fuente”, ha comentado el historiador. Hasta hace unos años, ni el propio Giralt-Miracle sabía de la existencia de la desaparecida cascada de la Casa Vicens: “Hace más de 30 años que estudio a Gaudí, estuve en la restauración de la Pedrera, fui comisario en el año Gaudí… Y de repente, en el 2002, el catedrático Josep Gómez Serrano y yo nos dedicamos a buscar todas aquellas obras desaparecidas o no construidas del arquitecto (hoy recogidas en el libro ‘Gaudí Invisible’). Así, en un archivo municipal, descubrimos los planos olvidados de esta pieza, firmados por Gaudí y tan detallados que vimos que era posible su reconstrucción. Aquel descubrimiento me dejó realmente sorprendido y verlo construido a día de hoy es realmente emocionante”, ha declarado el experto. 

Giralt-Miracle insiste en que no se trata de una obra puramente ornamental, ni tampoco modernista: “Con esta obra, Gaudí rompió con el esquema de las fuentes que se encontraban en aquella época. Se trata de una pieza que tiene autonomía en todos los aspectos: formalmente es contundente, estéticamente es preciosa y también es absolutamente funcional; porque servía para refrescar el ambiente de la casa, que estaba justo enfrente de la fuente. Se podría decir que es un precedente de nuestro aire acondicionado”.