Revés judicial a la constructora Núñez y Navarro

El TSJC ordena derribar parte de la ampliación del edificio de La Rotonda

Una sentencia da la razón a la plataforma de vecinos que las denunció, pero el proceso no es definitivo

Edificio de la Rotonda

Edificio de la Rotonda / periodico

El Periódico

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El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) ha declarado nulas las reformas hechas sobre la Torre Andreu, el edificio modernista barcelonés más conocido como La Rotonda, ante la plaza de Kennedy, y ha decretado que se debe proceder al derribo de las construcciones indebidamente levantadas.

La sala de lo contencioso administrativo del TSJC ha estimado el recurso presentado por la asociación Salvem La Rotonda, que llevó a los tribunales las reformas sobre el histórico edificio, situado en la esquina del paseo de Sant Gervasi con la avenida Tibidabo de Barcelona. La sentencia básicamente afectaría a la sexta planta, destinada a oficinas.

Ya antes de que se iniciaran las obras en litigio, la asociación alertó al ayuntamiento de que vulneraban las normativas municipales relativas a la preservación del patrimonio artístico.

Pero, según informa la asociación en un comunicado, ni el promotor de las obras, el grupo Núñez y Navarro, ni los sucesivos gobiernos municipales (PSC, CiU y Barcelona en Comú) anularon las obras, algo que sí ha hecho finalmente el TSJC, dos años después de que haya terminado la remodelación.

Acabaron a finales del 2016

La sentencia concluye que se vulneró el Plan Especial de Patrimonio Arquitectónico, por lo que anula tanto el Plan de Mejora Urbana aprobado por el Ayuntamiento en mayo del 2008 como la licencia de obras que otorgó el mismo consistorio en 2011. Cabe la posibilidad de que la propiedad presente recurso de casación, por lo que el proceso no se da por concluido.

El TSJC, además, ordena el derribo de las construcciones, al considerar que fueron indebidamente levantadas, contraviniendo las normativas.

Las obras llevadas a cabo por la constructora Núñez y Navarro terminaron a finales del 2016 y sirvieron para convertir la Torre Andreu en un edificio con despachos, oficinas, locales comerciales y aparcamiento.

La torre, atribuida al arquitecto Adolf Ruiz Casamitjana, fue construida entorno a 1906, en unos terrenos que compró el doctor Salvador Andreu a través de la sociedad anónima El Tibidabo.