LAS ELECCIONES DE MAYO

Pisarello dejará el ayuntamiento para presentarse a las europeas

Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona, durante una rueda de prensa

Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona, durante una rueda de prensa / El periódico

Toni Sust / Roger Pascual

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Gerardo Pisarello, mano derecha de la alcaldesa, Ada Colau, dejará el ayuntamiento al finalizar este mandato y cambiará Barcelona por el Parlamento europeo. El primer teniente de alcalde se presentará a las primarias de Barcelona en Comú para optar a la plaza que el partido tendrá en la candidatura conjunta de Podemos e Izquierda Unida  a las europeas, que se celebran el mismo día que las elecciones municipales, el próximo 26 de mayo. Una plaza por definir que en principio será de elección segura. El 24 de enero se conocerán los resultados de las primarias.

La decisión, que avanzó Eldiario.es y confirmó el propio Pisarello, supone una sorpresa a medias. Hace tiempo que suena por las dependencias municipales la posibilidad de que el argentino abandonara el consistorio, pero se apostaba por la posibilidad de que se presentara en las próximas elecciones legislativas y acabara en el Congreso. “Se trata de llevar la experiencia de las ciudades del cambio a Europa”, ha escrito el teniente de alcalde en un mensaje en Facebook.

Responsable económico

Pisarello llegó al ayuntamiento como segundo de la candidatura que encabezó Colau. Al margen de ser concejal de Sarrià-Sant Gervasi –hasta el pacto con el PSC- y del Eixample –desde que Colau echó a los socialistas del gobierno municipal-, como primer teniente de alcalde, se ha encargado de dos frentes, uno formal y el otro más bien oficioso: el económico y el ideológico. En el económico, no ha logrado por ahora pactar unos presupuestos con la oposición, algo obligatorio  por la exigua nómina de concejales Barcelona en Comú: 11 de los 41 que integran el consistorio. El gobierno prorrogó los presupuestos de su primer año y sacó adelante el segundo y el tercero mediante cuestiones de confianza. Todavía cabe la posibilidad de que este último se pacte, pero no parece sencillo.

En lo que sí logró el objetivo buscado fue en reducir el superávit que tradicionalmente presentaban las cuentas municipales, que incomodaba a Barcelona en Comú por considerar que lo lógico era incrementar la inversión en política social antes que dejar el dinero en la caja. Para ello logró acordar dos modificaciones presupuestarias, en otoño del 2015 y en la primavera del 2016, por valor de 100 y 275 millones de euros, respectivamente. Tanto ajustó el cinturón que la caída de la plusvalía por la compra y venta de la vivienda, que redujo los ingresos, causó desajustes que según la oposición han obligado a recortar inversiones durante el 2018, lo que no se ha demostrado.

Defensa central ideológico

En el frente ideológico, Pisarello ha actuado de forma contundente, a veces como un defensa central leñero. Se le ve más cómodo en debates intelectuales que en sesudas sesiones técnicas y no duda en sacar su lado más visceral en el debate con la oposición. Sus antagonistas más relevantes han sido la presidenta del grupo de Ciutadans, Carina Mejías, que un día estalló enfadada por el trato que le dispensaba el primer teniente de alcalde en una comisión, y la responsable de asuntos económicos del grupo del PDECat, Sònia Recasens, con la que el argentino ha utilizado cierta táctica de desgaste mientras se las tenían, también en las comisiones: ella exponía sus críticas y él se levantaba y se preparaba una infusión con toda parsimonia como si no estuviera allí. 

Pisarello ha sido también, junto a Jaume Asens, el político del gobierno de Colau que más próximo se ha mostrado con los independentistas, aunque sin defender sus postulados. 

En cambio, ha tenido una relación mucho más amable con el jefe de filas del PP, Alberto Fernández Díaz, pese a que ambos participaron en una escena de opereta que tuvo lugar en el balcón consistorial durante las fiestas de la Mercè del 2015: Pisarello y Fernández Díaz pugnaron por una bandera española que el segundo exhibía para compensar la independentista que mostraba el grupo de ERC.

Observatori DESC

Nacido en 1970 en la localidad argentina de Tucumán, Pisarello es doctor en Derecho y profesor de Derecho Constitucional de la Universitat de Barcelona, ahora en excedencia. Durante 10 años fue vicepresidente del Observatori DESC, donde trabajaba la propia Colau. Llegó a Barcelona en el 2001 y se integró en la candidatura de Barcelona en Comú como miembro de Procés Constituent. Vive en el Baix Guinardó y es padre de un hijo y una hija. Su pareja, Vanesa Valiño, que presidía el Observatori DESC y que también llegó al ayuntamiento con Colau: es jefa de gabinete de la concejalía de Vivienda.

El todavía teniente de alcalde es hijo de Ángel Pisarello, un abogado y político argentino, miembro de la Unión Cívica Radical, que desafío a la dictadura de Videla intercediendo por los detenidos por el régimen militar y desaparecidos. Hasta que él mismo fue secuestrado, torturado y asesinado, en 1976.