En busca del Maragall del futuro

Hubo un tiempo en el que Barcelona estaba en boca de todos. Por sus propios logros, y no por ser el epicentro de aspiraciones ajenas. La ciudad crecía y era admirada, era referente urbanístico y también social. Le tosía a la poderosa Generalitat convergente, que temerosa del poder creciente de la gran urbe, optó por cargarse, a mediados de los 80, la Corporación Metropolitana. Como diría Mariano Rajoy, aquí se hacían cosas. Sucedía de la mano de un hombre, Pasqual Maragall, el alcalde olímpico cuyo legado ahora está en boca de muchos que quizás olvidan que el constante retrovisor de un pasado mejor solo conduce a la nostalgia y a la derrota. Este, en modo resumido, vendría a ser el libro blanco de una nueva plataforma intelectual, Compromís per Barcelona, que se ha presentado este jueves como herramienta de pensamiento de cara a las municipales del 2019. Destila un familiar aroma a socialismo catalán de toda la vida, aunque prefieren llamarlo progresismo. 

El grupo lo forman una docena de personalidades del mundo académico, político, artístico, empresarial y económico. El presidente, José Juan Moreso, catedrático de Filosofía del Derecho y exrector de la UPF, ha definido la iniciativa como un "círculo abierto vinculado a la obra del PSC que ha liderado Barcelona en los últimos 40 años". ¿Significa eso que dan apoyo explícito a la candidatura de Jaume Collboni. No exactamente. "No diremos que lo apoyamos y tampoco lo negaremos, pero sí podemos afirmar que es una persona no ajena". ¿Y los otros aspirantes a alcalde sí son ajenos? "De momento, sí". Lo que seguro que apoyan por encima de apellidos es que la ciudad anteponga sus intereses a lo del 'procés'. 

Vamos hacia atrás

Esta asociación tiene en mente organizar seis debates (ya ha celebrado un primero sobre cultura) que versarán sobre economía, innovación, urbanismo, la relación público-privada, el ámbito social o la Barcelona abierta al mundo. La exdiputada Anna Balletbó, otro de los nombres del grupo, ha hecho referencia a un "sentimiento colectivo de que la ciudad va hacia atrás, de que estamos en un momento de política de arrastre y no de gobierno". "Hace falta gente comprometida, volver a llevar las riendas y que los otros nos sigan". Menos crítico ha sido Lluís Rabell, exdiputado de Catalunya Sí que es Pot y, sobre todo, exlíder vecinal. Ha asegurado que esta plataforma pretende "interpelar a todo el mundo" y ha asegurado que romper el pacto de gobierno entre Barcelona en Comú y el PSC (así lo decidieron las bases de los 'comuns') fue un "error estratégico". Por eso ha instado, para mantener una cierta equidistancia, a recuperar un "gran entendimiento de fuerzas progresistas" en la ciudad. Un modo de acordarse de que Maragall, como Joan Clos y Jordi Hereu, sacaron adelante el consistorio con el concurso intermitente de ERC e ICV-EUiA. 

Su cometido será hablar y dar forma a una suerte de "primarias de las ideas", una sutil manera de defender que lo importante son los hechos y no los seres humanos que deben llevarlo a cabo; un dardo no admitido hacia el proceso abierto de candidatos que lidera Jordi Graupera. Parecen pasar del archifamoso "hechos, no palabras" de Montilla al más contemporáneo "hechos, no personas". El cartel de este grupo de intelectuales lo completan nombres como Xavier Marcé, Gonzalo Rodés, Jordi Alberich, Jaume Lanaspa, Laia Bonet, Ignasi Guardans, Gonzalo Bernardos, Luis López Lamadrid, Mario Romeo y Katty Carreras. Y sobre el nombre, un detalle: si buscan 'Compromís per Barcelona' en Google, de lo primero que les saldrá es un artículo de Collboni del 2016 con ese mismo nombre.