INCIDENTE EN EL SUBURBANO

Apuñalado un vigilante del metro en la parada de Paral·lel

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Carlos Márquez Daniel

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Parecía una intervención rutinaria de la madrugada del sábado al domingo. Cuatro parejas, dos de origen español y otras dos dominicanas, según los testigos, discutían en el andén del metro de Paral·lel este domingo cerca de las 6.30. Se trataba de llamarles la atención para no incomodar al resto de viajeros, pero el asunto ha terminado con un vigilante herido de arma blanca en los brazos. Su pericia ha evitado que le apuñalaran en estómago, cabeza y corazón, donde realmente apuntaba el agresor, según la versión de los que han presenciado el ataque. Ha huido, pero ha terminado arrestado a punta de pistola en plena calle.  

El plan era acercarse, pedir que bajaran el tono y a seguir vigilando los accesos, pasillos y andenes. Porque la estación de Paral·lel, cuentan los propios vigilantes, se ha convertido "en una de las más conflictivas a primera hora del sábado y el domingo". El vigilante, de origen africano, un chico corpulento y deportista que lleva algo más de un año trabajando en el metro de la capital catalana, se ha acercado a las ocho personas -cuatro mujeres y cuatro hombres- que se decían de todo sin llegar a las manos. Tras advertirles, los españoles, según la versión de los testigos, se han marchado. Después de dejar pasar unos minutos prudenciales y lograr convencerles, los dominicanos también han accedido a abandonar la terminal. No sin insultar repetidamente a los hombres de seguridad durante el trayecto.

Una navaja en el bolsillo

En la zona de validaciones, uno de los hombres se ha puesto la mano en el bolsillo y ha sacado una navaja. Se ha abalanzado de manera violenta hacia el vigilante, que ha hecho lo que ha podido para que no le alcanzara alguna zona que hubiera resultado mortal. “El agresor apuntaba a corazón, estómago y cabeza, pero él ha conseguido defenderse y solo tiene cortes muy profundos en los brazos. Está muy fuerte y es muy atlético. Si llega a ser otro, lo mata”. El otro hombre dominicano ha hecho ademán de meterse en la bronca y ha llegado a golpearle, pero el otro vigilante ha conseguido apartarlo. Las mujeres se han quedado al margen.

Al ver que no podía con él, el asaltante y sus acompañantes han emprendido la huida. El jefe de los dos vigilantes de seguridad, que ha llegado cuando estaban sucediendo los hechos, les ha seguido a una distancia prudencial. Una vez en la calle, según el relato de los que han presenciado la escena, una patrulla de los Mossos ha detenido a los atacantes “a punta de pistola”. El herido permanece ingresado con heridas de arma blanca en los brazos pero sin que se tema por su vida.

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