EJE HISTÓRICO

La Rambla pide orden para frenar el incivismo y la "degeneración"

Exige al ayuntamiento que haga cumplir la normativa para atraer a visitantes más respetuosos

Un quiosco de prensa, en la Rambla de Barcelona.

Un quiosco de prensa, en la Rambla de Barcelona. / JORDI COTRINA

Patricia Castán

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Si la Rambla es el termómetro de Ciutat Vella, sus comerciantes y vecinos no dudan que este ha sido un verano de febradas. Incivismo "impune" y falta generalizada de cumplimiento de las normativas municipales han llevado a la asociación Amics de la Rambla hoy jueves a alertar de la "degeneración" que sufre últimamente esta arteria principal del distrito y a exigir al ayuntamiento que haga cumplir las reglas de convivencia.

La entidad echa de menos más presencia policial nocturna, pero sobre todo, asiste a la "permisividad" que observan en la actividad ilegal, frente a la "presión inspectora" -que asumen como necesaria- sobre los negocios legales. "La venta de latas de cerveza ha estado desatada este verano, y los captadores han tomado la zona", se lamenta Fermín Villar, su presidente. Alude a quienes ofrecen alcohol barato para atraer clientes a los bares y, sobre todo, a los que venden cannabis en plena calle.

Semana de fiestas

Villar ha presentado las fiestas del Roser (del 5 al 11 de octubre) y animado a los barceloneses a vivir la Rambla, su cultura, tradición y flores durante estos días, además de anunciar a los premiados como Ramblistas de Honor (Josep M. Espinàs, Colita y el Teatre Poliorama). Pero el representante de Amics de la Rambla ha querido aprovechar la oportunidad para hacer una llamada de atención a los problemas que está comportando estos meses "la impunidad de la ocupación de la vía pública" y los excesos sin control.

Los afectados creen que de poco servirá la reforma urbanística que suma años de retrasos si no se afronta primero esa problemática específica.

Mantiene que el eje ha mantenido su habitual afluencia turística este verano, mientras que la facturación ha caído en el comercio y la restauración porque "el incivismo ahuyenta al turista respetuoso" y alienta al que "viene a disfrutar de ilegalidades en la ciudad". El peligro de ese bucle es que la oferta comercial (mejorada en los últimos tiempos) dé marcha atrás para adaptarse a esos perfiles de visitantes, advierte. 

Quejas de los floristas

Como parte fundamental e histórica de la oferta de la Rambla, las flores tendrán protagonismo con la iniciativa La Rambla en Flor que traera intervenciones artísticas estos días sobre diversas fachadas del vial. Pero el colectivo profesional, a través del Gremi de Floristes, ha querido denunciar también "la indiferencia del ayuntamiento para regular la vía pública". La patronal es crítica con la campaña de actas y sanciones contra floristerías por ocupar espacios en las aceras y reclama una modificación de la tasa de usos en estas vías, que ven "obsoleta" y no equiparable a la de las terrazas de bar. Se quejan de que el consistorio no ha cumplido con su compromiso de encontrar una solución en septiembre.