LOS EFECTOS DEL PARO

La 'superilla' del taxi sí funciona

Barcelona aguanta el envite de la huelga del sector en su primer día laborable

Huelga del taxi.

Huelga del taxi. / ALBERT BERTRAN

Toni Sust

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Pues no, no hubo colapso, no explotó Barcelona, las calles han aguantado el envite de la huelga indefinida del sector del taxi en su tercera jornada, la primera que tenía lugar en un día laborable. La capital catalana se enfrentaba a una potencial jornada negra en cuanto al tráfico no lo ha sido. Las peores expectativas amenazaban con una plaza de Espanya tomada por los coches, con la Gran Via, cortada, otro día más, entre Entença y Bailén.

No solo no ha habido colapso sino que sobran ahora mismo en Barcelona los ciudadanos que, con una sonrisa de complicidad, se sorprenden de lo bien que se circula en coche por las calles. Que de esas vías hayan desaparecido los miles de taxis que normalmente las ocupan es visto como una razón principal de lo oxigenada que estaba la circulación en algunas zonas.

Los taxis llenan paseo de Gràcia

Mientras esperaban la reunión de sus representantes con Fomento y el desenlace del encuentro, los taxis se han ido acumulando en el epicentro de la protesta indefinida, el cruce de paseo de Gràcia con la Gran Via. Y así, los coches han ido llenando el paseo de Gràcia de abajo arriba, ocupando dos carriles y hasta tres en algún tramo, hasta llegar a la Diagonal.

Los autobuses podían recorrer sin problemas los carriles que seguían abiertos en los extremos del tramo central, de subida y de bajada. Por ahí se veía también pasar a los buses turísticos, de la red privada y de la pública. Es verdad que los turistas no podían coger un taxi, pero algo les quedaba.

La crecida de coches por paseo de Gràcia ha ampliado el mapa de lo que, con sorna, es visto como la primera supermanzana que sí funciona en Barcelona. Porque aunque el enfado de algunos barceloneses con los taxistas es evidente, no hay color: están mucho más enfadados los vecinos de la supermanzana del Poblenou que los de la ‘superilla’ improvisada entre Entença, Bailén, la plaza de Catalunya y la Diagonal por los taxistas.

El viernes, el peor día

Adrià Gomila, director de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, explica que las afectaciones principales causadas por la huelga del taxi son las más obvias. La primera, la más importante, dice, es la que sufren los usuarios del taxi que no tienen servicio disponible. La segunda, la que vivieron el viernes los conductores que no sabían lo que iba a pasar.

En cambio, el sábado, el domingo y este lunes, relata Gomila, se ha notado mucho que la gente ya era consciente del escenario que podría encontrarse. A ello, prosigue, se suma que estos días baja el tráfico en la ciudad. La diferencia con aquellos veranos del pasado con la ciudad vacía, según Gomila, es que antes se notaba una menor actividad de finales de junio a principios de septiembre, el periodo sin curso escolar. Ahora solo pasa en agosto.

Otras afectaciones destacadas se han dado en las zonas en obras, como el entorno de las de Mallorca o en la Ronda de Dalt, con un carril menos en sentido Llobregat por los trabajos. En cuanto al transporte público, autobuses que circulan por paseo de Gràcia han sido desviados por Roger de Llúria y Pau Claris y por Balmes y Aribau. Por todo lo relatado, el consistorio confía en resistir el paro aunque se prolongue hasta el viernes.