COMISIÓN MIXTA

Colau sale de vacío de su reunión con Artadi

Ada Colau

Ada Colau / FERRAN SENDRA

Toni Sust

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La racha se ha roto. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha salido de su reunión con la consellera de la Presidència, Elsa Artadi, con las manos vacías. Ni una cifra que exhibir, ni un pacto destacable que mostrar. Lo más positivo, que la comisión mixta entre el ayuntamiento y el Gobierno catalán se reunirá de nuevo en otoño para concretar. Porque en el encuentro de este miércoles, que ha contado con una amplia representación de ambas administraciones, no se ha cerrado nada, algo que se ha atribuido al poco tiempo que lleva el actual Gobierno catalán en marcha.

Hasta ahora, las reuniones de Colau con los sucesivos presidentes de la Generalitat con los que ha coincidido en el cargo habían resultado provechosas para el consistorio, por lo menos mediáticamente hablando. O bien se anunciaba un acuerdo para la llegada del metro a la Zona Franca (aunque avanzando el dinero las arcas municipales), o bien la  Generalitat avalaba el tranvía por la Diagonal que quería Colau (incluso a costa del enfado del grupo municipal de Xavier Trias), o bien se reducía la deuda histórica de la Administración catalana con el ayuntamiento. Pero el metro ya está casi acabado, el tranvía está aparcado como mínimo hasta el siguiente mandato y la deuda estricta ya quedó  bajo control: bajó de 118 millones a 18 millones.

La deuda ciudadana

Colau, que ya mantuvo un encuentro más de tanteo que con contenido con el president, Quim Torra, el 18 de junio, acudía a la reunión con la voluntad de abordar otras deudas, las que provienen del dinero que la Generalitat dejó de invertir en Barcelona a partir del 2011, cuando se vio obligada a apretarse el cinturón por la política de austeridad. Es lo que se conoce como la deuda "ciudadana", y equivale a las cantidades que la Administración catalana dejó de aportar en educación, sanidad y vivienda. Una suma que anualmente roza los 60 millones de euros. La alcaldesa ha cifrado en 350 millones de euros la desinversión autonómica en la capital catalana y ha subrayado que aunque no espera recuperarlos de golpe sí confía en contar en breve con un calendario al respecto. La reclamación municipal no es menor: recuperar los 350 millones al margen de recuperar la inversión anual que desapareció.

El ejemplo más esgrimido por Colau y sus lugartenientes es el de las escuelas infantiles, para las que el consistorio considera que la Generalitat ha dejado de poner 41 millones de euros en estos años. En este tema, tanto la alcaldesa como Artadi han asegurado que hay voluntad de incrementar la aportación de la Generalitat, pero siempre en el marco de los presupuestos para el 2019, que se empezarán a elaborar en otoño. La consellera de la Presidència ha aprovechado la mención para reclamar la colaboración de los ‘comuns’ en el Parlament para la aprobación de las cuentas autonómicas para el año próximo.

"Esperábamos más de la reunión"

"Esperábamos más de esta reunión. Valoramos que no se aplazara y el clima de cordialidad, pero en cuanto a compromisos está todo por hacer", ha dicho Colau, que ha subrayado que el clima político no será de normalidad mientras políticos catalanes sigan "en la cárcel o en el exilio" a raíz del proceso independentista. También ha explicado que ayuntamiento y Generalitat han abordado lo que deben reclamar al Estado y que ante la petición municipal de que el Govern recupere la ley de barris la respuesta ha sido que eso no entra dentro de sus previsiones.

Artadi ha puesto el acento en la falta de recursos económicos de la Generalitat aunque ha mostrado la voluntad de reducir la deuda ciudadana aludida. Ha argumentado que el déficit fiscal con Catalunya acaba convirtiéndose en "déficit social". Sobre las dificultades que ha vivido el consistorio por la desinversión autonómica, ha recordado las dificultades que ha pasado la Generalitat en este mismo campo: "Mientras ellos perdían 60 millones al año nosotros perdíamos 10.000 millones".

Una reunión "cordial"

Después del encuentro entre las delegaciones del ayuntamiento y la Generalitat, Colau ha completado una jornada de relaciones institucionales con una reunión con la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera. Se trataba más bien de un encuentro de cortesía que para cerrar acuerdos concretos, pero los frentes abiertos son bastante evidentes y la delegada y la alcaldesa los han abordado.

Cunillera ha subrayado que la relación con Colau es “cordial” y se ha ofrecido a aportar recursos de la policía nacional en la lucha contra los narcopisos: "Ella sabe que mi voluntad es de colaboración". La alcaldesa ha agradecido la oferta y ha confiado en que la participación de la policía nacional en la investigación contra el narcotráfico dé resultados.

Colau y Cunillera han hablado también de vivienda, de la atención a los refugiados, para los que la alcaldesa ha pedido permisos de trabajo temporal. También ha afirmado que espera que la reforma de la ley de arrendamientos urbanos (LAU) sea reformada “en semanas” para ampliar la duración de los contratos y poner límites a las subidas de los precios.

La posible retirada del recurso contra la ley más social

Uno de los puntos que Ada Colau más ha destacado de su reunión con Teresa Cunillera, es la posibilidad de que el Gobierno central retire el recurso que presentó ante el Tribunal Constitucional contra la ley 24 / 2015 del Parlament, que entre muchos otros aspectos obliga a los grandes tenedores de vivienda a garantizar un alojamiento alternativo para las personas en situación de vulnerabilidad económica antes de que sean desahuciadas. Colau ha dicho que Cunillera le ha explicado que este tema estará sobre la mesa en la reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat.