BARCELONEANDO

Su majestad la arepa

Los locales dedicados a la venta del tradicional alimento latinoamericano se han multplicado con la llegada de inmigrantes venezolanos

zentauroepp44129297 barcelona 03 07 2018 barceloneando areperia el chamo     fot180703174910

zentauroepp44129297 barcelona 03 07 2018 barceloneando areperia el chamo fot180703174910 / .44129297

Mauricio Bernal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hay una de entre todas las novedades gastronómicas que ha aportado en las últimas dos décadas la llegada de inmigrantes de la que se habla poco: la arepa. Parapetada al principio en las cartas de restaurantes venezolanos y colombianos, parecía contentarse con su vocación de acompañamiento, el pan de los latinoamericanos, siempre un artefacto blanco o tirando a pálido jugando al contraste con unos fríjoles o una carne desmechada. Pero la arepa es mucho más que séquito, y poco a poco han ido brotando del suelo barcelonés locales que le dan el trato que en Venezuela o Colombia es habitual. Es decir, de plato. Una arepa Trifásica, rellena de carne, pollo y queso, o una Reina Pepiada, rellena de pollo, aguacate y mayonesa, y se precisa de poco más. Puede que de una siesta.

La Reina Pepiada es un homenaje a la primera Miss Mundo hispanoamericana, Susana Duijm

La historia de la Reina Pepiada es un pedazo elocuente de la historia de Venezuela, un prólogo a cualquier historia de arepas. "Es un homenaje a Susana Duijm, la primera Miss Mundo venezolana", cuenta Kenny Morillo, de la arepería El Chamo, en Roger de Flor con Aragó. Duijm fue más que la primera Miss Mundo venezolana, fue la primera mujer hispanoamericana que ganó el concurso, en 1955. En el país henchido de orgullo se sucedían ese año los homenajes, y en Caracas, un vendedor de arepas llamado Heriberto Álvarez decidió hacer el suyo, y vistió a su sobrina de Miss Mundo y la sentó en una especie de "altarcito" –según él mismo ha contado. Por allí pasó el padre de la auténtica Miss y al ver a la pequeña le prometió a Heriberto que volvería con su hija. Así lo hizo, y de esa conjunción nació la Reina Pepiada: la Miss fue obsequiada con una arepa especialmente hecha para ella, la Reina. Terminó teniendo apellido porque 'pepiadas' les dicen en Venezuela a las mujeres que tienen curvas.

Mitología propia

Que la Reina Pepiada forma parte de la mitología de las arepas es algo que cualquiera puede comprobar cuando traspasa la puerta de La Taguara, en el Born (calle del Rec, 10), y gira 90 grados sobre sí mismo y alza un poco la cabeza. Allí está, en blanco y negro, con la banda de reina: Susana Duijm. En realidad, el friso sobre la puerta es un homenaje a la larga tradición de reinas de Venezuela: están Alicia Machado, Irene Sáez, Dayana Mendoza. El local entero rebosa de decoración venezolana, desde matrículas de coche de Caracas hasta una repisa con botellas vacías de cerveza nacional; y una placa que resume la historia de la arepa: "La arepa era consumida por los aborígenes desde tiempos precolombinos en Colombia, Panamá y Venezuela". "Cada indio recibía tres arepas al día". "La arepa es una conexión del pueblo con su tierra y su familia". "Hoy en día la arepa es considerada un icono gastronómico y un símbolo de la tradición indígena de Venezuela y Colombia".

La diáspora está dando a conocer la gastronomía venezolana por el mundo

La arepa como comida rápida. Esa es la cuestión. Rellena, se despoja de su condición de decorado y se vuelve protagonista. Los rellenos cubrenun amplio abanico, carne, pollo, plátano, queso, huevo, aguacate. Y las correspondientes mezclas. ¿A qué obedece este pequeño boom? "Mira, yo creo que tiene que ver con la cantidad de emigrantes venezolanos que hay ahora, y que están dando a conocer la gastronomía venezolana por el mundo", dice Trinidad Morillo, propietaria de El Chamo.  "Además, hace unos años un portal gastronómico de Nueva York le otorgó a la arepa la distinción de mejor desayuno del mundo, y esa distinción ha despertado la curiosidad de mucha gente". A las areperías de Barcelona la mayor parte de los que entran son latinoamericanos, en especial colombianos y venezolanos, pero también se presenta una sustancial porción de comensales con la pregunta en los labios: ¿qué es una arepa? "50% de venezolanos y 50% del resto del mundo", dice Richard de Sousa, encargado de La Taguara, refiriéndose a los clientes. "Y sí: muchos entran con la curiosidad de saber qué es. ¡Y luego se van contentos!"

Un venezolano siempre dirá que la arepa es venezolana y un colombiano siempre dirá que es colombiana. Sandra Valencia, dueña de El Arepazo (Cartagena, 264), sencillamente dice que ella es la inventora del Plátano Trifásico, que viene a ser una especie de arepa hecha con plátano, por supuesto relleno, una cosa majestuosa. Pero en El Arepazo, por supuesto, lo principal son las arepas. Valencia lleva 16 años haciéndolas. Dice que es de las pioneras.