PATRIMONIO

Can Batlló acogerá todos los archivos de la ciudad

El proyecto arquitectónico que mejor conservaba la antigua nave industrial ha sido el elegido por el Ayuntamiento

Recreación del interior del futuro Arxiu de la Ciutat de Barcelona en Can Batllló.

Recreación del interior del futuro Arxiu de la Ciutat de Barcelona en Can Batllló. / periodico

Ernest Alós

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El proyecto que opta por conservar una mayor parte de la gran nave central del recinto fabril de Can Batlló ha sido el elegido, entre 36 candidatos, para convertir ese espacio industrial abandonado de La Bordeta en el futuro Arxiu de la Ciutat, al que se trasladará el contenido de 21 archivos del Ayuntamiento de Barcelona, desde el archivo histórico de Ca l'Ardiaca al administrativo, el fotográfico y los de los distritos. Una operación de traslado que deberá refrendar el próximo gobierno municipal: el proyecto ejecutivo estará listo en verano del 2019, con sus 1,8 millones de euros ya presupuestados, pero la partida para hacerlo realidad, 45 millones de euros, deberá ser aprobada por el consistorio que salga de las elecciones de la próxima primavera.

Una cantidad notable, pero que se corresponde con la magnitud de la operación. La unificación de los archivos, aparte de acabar de rematar el conjunto de Can Batlló con un equipamiento de 19.000 metros cuadrados que atraerá a La Bordeta a usuarios de toda la ciudad, liberará espacios utilizables para dependencias municipales en los distritos, en los servicios centrales del Ayuntamiento (el actual Arxiu Administratiu, a un paso de la plaza de Sant Jaume) y en el convento de Sant Agustí. Solo Ca l'Ardiaca seguiría con un uso archivístico, apunta el archivero jefe del Ayuntamiento, Joaquim Borràs: exposiciones temporales y, quizá, la hemeroteca.

El resto de fondos (fotografía, audiovisual, expedientes administrativos que hoy se amontonan incluso en un almacén junto a Sant Sadurní d'Anoia y los venerables documentos del archivo histórico que se remontan hasta el siglo XIII), viajarán a la antigua fábrica, si las obras se inician a finales del 2019, en el año 2022.

El proyecto ganador

El proyecto arquitectónico Agora, del equipo formado por OP Team, Mendoza Partida y Ramon Valls, conserva en su integridad el aspecto exterior de la gran nave central de Can Batlló. Una de las arquitectas redactoras del proyecto ganador, Glòria Piferrer, tiene claro que uno de sus méritos es que "era la propuesta que más conservaba la nave". En su interior, las cosas cambian. En el centro, un gran atrio dará paso, en la mitad del edificio más cercano a la Gran Via, a los espacios de uso vecinal, la sala de consulta y los espacios de trabajo, conservando íntegramente la actual estructura. En la otra mitad del edificio, dentro de la piel industrial se levantará un enorme contenedor de seis pisos para alojar el material de archivo. Las naves exteriores, de planta baja, también se conservarán, y permitirán mantener abiertas al barrio y a la ciudad actividades (un espacio para los vecinos, cafetería, salas de exposiciones, incluyendo una permanente dedicada a la fotografía que sustituirá, doblando su superficie, la del AFB del convento de Sant Agustí) incluso más allá de los horarios de apertura habitual del archivo.

Medio edificio, transparente y abierto al entorno del barrio. El otro medio, blindado, climatizado y seguro, que según el concejal Eloi Badia "debe funcionar como una máquina perfecta".