REFORMA URBANÍSTICA

La losa del mercado provisional de Sant Antoni no se retirará

La supermanzana generará un gran espacio pacificado en torno a la renovada lonja

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Carlos Márquez Daniel

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La reforma del mercado de Sant Antoni trae consigo una reforma urbanística de gran calado que incluye una supermanzana. Algo irregular, porque la ronda de Sant Antoni rompe la configuración del Eixample; pero supermanzana al fin y al cabo. Está previsto que la pacificación de las calles de Tamarit y Comte Borrell, en el perímetro de la lonja, se estrene, como también lo hará el equipamiento, el 23 de mayo. A partir de verano se irá ampliando el ámbito de actuación, mientras que la losa del mercado provisional se mantendrá, generando un nuevo lugar de estancia peatonal. 

El concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, ha confirmado este martes, durante la visita a las obras de Sant Antoni, que no está previsto que la ronda recupere su aspecto previo al traslado del mercado. "Dejaremos la losa, y mientras esté ahí, no volverán a circular coches", ha concretado. Esta vía, hasta su cruce con Floridablanca, forma parte de la tercera fase de la gran unidad urbana prevista alrededor del mercado. Está previsto acometerla en septiembre de este año, cuando también se actuará en Manso y Viladomat. Antes, en una segunda etapa, durante el verano, se trabajará en las continuaciones de Borrell (de Gran Via a Paral·lel) y Tamarit, más allá del equipamiento, hasta Calàbria. 

Aparcamiento subterráneo

Todo ello, según cálculos municipales, abarca un superficie aproximada de 26.000 metros cuadrados de espacio público. En el corto plazo, la semana que viene debería ver la luz la nueva plaza que se generará en el cruce entre Tamarit y Borrell. La reforma del mercado también recupera los cuatro patios interiores para uso ciudadano. En cuanto a la pérdida de aparcamientos, básicamente de zona azul, el consistorio fía esa carencia al párking de 400 plazas que se abrirá bajo la lonja. En cuanto a la carga y descarga del barrio, Colom ha avanzado que los comercios del entorno del mercado podrán usar el aparcamiento subterráneo para distribuir la mercancía. 

¿Y cómo se actuará ante el riesgo de gentrificación? Entre otras cosas, se han suspendido durante un año las licencias a establecimientos de restauración y turísticos (suvenires). "Si no tenemos vecinos, el mercado no podrá prosperar", insiste el concejal Colom. En cualquier caso, el cambio que está experimentando el barrio (alquileres, nuevos comercios y restauración) no es distinto del que ya vivió en su momento Santa Caterina. O la rambla del Poblenou, o el que pueda vivir la calle Gran de Sant Andreu